A pesar de que el periodista vasco Pablo González permanece incomunicado en una cárcel de Polonia bajo la acusación de pertenecer a la inteligencia militar rusa, su familia finalmente ha recibido una carta enviada por él.
La misiva fue redactada el 9 de abril y enviada el pasado 26 de mayo. «Dice que se encuentra bien, que todo esto pasará, pero que necesitaremos mucha paciencia, ya que las trabas burocráticas ralentizan cualquier proceso», ha explicado su pareja, Oihana Goiriena, en Euskadi Irratia. «Tiene buena salud, hace deporte y lee, pero dice que los días se la hacen eternos», ha añadido.