La revisión de las previsiones económicas publicadas por la OCDE augura un menor crecimiento y más inflación. Concretamente rebaja 1,4 puntos el crecimiento esperado del PIB de España en 2022 hasta el 4,1%, y sube 5 puntos la proyección de inflación media para el conjunto del año, hasta el 8,1%.
Asimismo, los datos para 2023 no son más alentadores. De hecho, en el Economic Outlook publicado este miércoles, rebaja también el crecimiento del PIB para el próximo año hasta el 2,2% -desde el 3,8% de la última estimación-, lo que demuestra el frenazo de la economía en el que nos estamos sumergiendo.
Con un editorial que titula, El precio de la guerra, los economistas del organismo advierten que «la primera urgencia es evitar una crisis alimentaria» para lo que pide «cooperación global» y ayuda internacional. «Hoy, el mundo está produciendo suficientes cereales para alimentar a todos, pero los precios son muy altos y el riesgo es que esa producción no llegue a quienes más la necesitan. Se necesita cooperación para garantizar que los alimentos lleguen a los consumidores a precios asequibles, en particular en economías de bajos ingresos y de mercados emergentes», reclama el organismo que preside Mathias Cormann.
A pesar de ello, confían en que «el ahorro doméstico acumulado durante la pandemia, el paquete fiscal para mitigar los efectos de la guerra, la continua recuperación del empleo y los fondos Next Generation apoyarán la demanda interna. La recuperación del turismo en curso también apoyará el crecimiento».