La prueba realizada con el fármaco dostarlimab sobre el cáncer rectal en 18 personas durante seis meses ha conseguido que la enfermedad desaparezca en todos los pacientes.
Los pacientes que participaron en el ensayo lo hicieron como alternativa a otros tratamientos más invasivos como la radioterapia o la quimioterapia, pero pensando que después tendrían que someterse a ellos igualmente. Finalmente nada de ello fue necesario, ya que la enfermedad fue indetectable mediante examen físico, endoscopía, escaneos PET y resonancias magnéticas.