India es la sexta economía más grande del mundo, el tercer país por demanda energética, detrás de China y Estados Unidos, y cuenta con una demanda energética en aumento. El gobierno indio ha establecido el objetivo de contar con 450 GW de energía renovable en 2030, por lo que, a pesar de que el mix energético está en la actualidad dominando por fuentes térmicas, se espera que las energías renovables abarquen el 50% del mix para el ejercicio 2030, impulsadas por el fuerte desarrollo de la energía fotovoltaica y también eólica.
Las proyecciones indican que se instalarán 38 GW de capacidad eólica en los próximos 8 años, a un ritmo creciente, que podría alcanzar los 6 GW- 7 GW anuales en 2030, de los 1,5 GW-2 GW instalados anualmente en los últimos años. Esta menor capacidad instalada se debe principalmente al cambio al sistema de subastas, que ha generado una oferta de tarifas tan bajas que la rentabilidad de los proyectos se ha visto mermada.
El mercado eólico Indio cuenta con muchas de las principales empresas a nivel mundial, con una capacidad de generación de alrededor de 10 GW anuales, que, ante la contracción del mercado local, han convertido a India en un gran hub para la exportación de turbinas y componentes. Para tener presencia en el mercado, es recomendable la implantación productiva, siendo de gran ayuda contar con un socio local, ya que existe la obligatoriedad de localizar al menos el 80% de la producción de gran cantidad de componentes, aunque la importación de otros componentes (sobre todo, especializados) sigue siendo necesaria. Las barreras de entrada incluyen la alta exigencia del mercado, dada la gran cantidad de competidores existente, así como la necesidad de suministrar grandes volúmenes en fases tempranas de la implantación, además de la flexibilidad necesaria para reaccionar a las fluctuaciones del mercado. Otras barreras incluyen las tramitaciones necesarias para la obtención de certificaciones, así como la complejidad normativa y barreras culturales. El análisis de legislación en materia arancelaria e impositiva resulta también complejo, por lo que es conveniente contar con asesoramiento experto.
En cuanto a las oportunidades para las empresas vascas, destaca el atractivo exportador que ofrece la implantación en India y la demanda creciente de fabricación de turbinas de mayor capacidad, que hace que aumente la demanda de piezas de fundición de más de 3 toneladas. Además, en el caso concreto de las cajas de cambios, India se está convirtiendo en un hub global también para la fabricación de estos componentes, contribuyendo al 10% de la producción mundial. La producción de generadores también es competitiva en India, aunque el acceso a las materias primas adecuadas es aún un reto. Por último, en cuanto al mercado local, cabe destacar que existe un gran volumen de parques que posiblemente requieran de modernización o sean objeto de políticas de repotenciación. En cuanto a la tecnología eólica marina, a pesar de que se están haciendo esfuerzos por impulsar la industria, está previsto que India continue siendo un mercado principalmente de energía eólica terrestre, dado que el mercado indio es extremadamente sensible a los costes y existen limitaciones en el desarrollo de la cadena de valor.
Puedes encontrar más información en el informe de Energía Eólica en Rusia, AQUÍ.
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