El periodista vasco Pablo González, que lleva casi siete meses en prisión incomunicada tras ser arrestado en Przemysl por la agencia de seguridad interna bajo la acusación de ser un agente de la inteligencia militar rusa, ha llevado su caso y su situación al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Ha sido una persona del entorno del periodista quien ha puesto la denuncia ante el Tribunal. En ella, se argumenta que el encarcelamiento no cumple con las garantías mínimas de justicia, y que las condiciones en que se encuentra no respetan los derechos humanos.
El Tribunal de Apelación rechazó en agosto la demanda contra la prórroga de tres meses más de prisión. El tribunal regional de Przemysl había decretado prolongar la estancia en prisión de Pablo.