El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha confirmado que a UE considera que las fugas de los dos gasoductos que unen Rusia con Alemania no son una «coincidencia» y que hay indicios de que fueron un «acto deliberado».
«Vamos a apoyar una investigación orientada a tener una claridad total sobre qué fue lo que pasó y por qué y vamos a tomar medidas adicionales para aumentar nuestra resiliencia en materia de seguridad energética», ha explicado.