La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha sido condenada por la Justicia a seis años de cárcel por administración fraudulenta. Además, se le ha prohibido ocupar cargos públicos de por vida. La cifra del dinero desviado alcanza los 1.000 millones de dólares.
El presidente del tribunal leyó que «se la considera autora penalmente responsable del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública», aunque le ha absuelto del delito de «asociación ilícita».