El próximo martes, 31 de enero, comenzará este ciclo compuesto por cinco charlas que, entre enero y mayo, abordará los obstáculos que impiden lograr la igualdad entre mujeres y hombres.
Filósofas, investigadoras, politólogas, activistas y expertas en comunicación abordarán los motivos, tanto evidentes como sutiles, que mantienen la desigualdad, a los que se ha llamado resistencias antifeministas. Cada charla se centrará en uno de ellos.
El ciclo ha sido organizado por San Telmo Museoa y el programa de investigación ARES (Analysing Antifeminist Resistances) de la Universidad de Deusto, que investiga estas resistencias antifeministas en contenidos digitales con el apoyo de la Agencia Estatal de Investigación (AEI). Forma parte de Desafíos, el área de San Telmo Museoa que impulsa debates, conferencias y exposiciones para fomentar el pensamiento crítico, la reflexión y el diálogo.
No hay duda de que la sociedad ha avanzado en igualdad. Sin embargo, al ritmo actual de progreso, llevará unos 300 años lograr la paridad de género, según muestra el último informe de ONU Mujeres. No solo no se ha alcanzado la paridad, sino que además desafíos globales como la pandemia de la COVID-19, las guerras, la crisis climática y la reacción violenta contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres están erosionando los logros conseguidos, dice dicho informe.
Aunque no forman parte de las conversaciones informales o del debate político, estas resistencias se detectaron hace décadas. Fue en 1991, cuando Susan Faludi publicó Reacción. La guerra no declarada contra la mujer moderna. En este ensayo, Faludi observó cómo las resistencias antifeministas surgen en oleadas cada vez que se da un avance en igualdad, al que siempre se responde con una ola contraria de respuesta machista. Así pues, se argumenta que el feminismo está politizado, que tiene intereses ocultos, que la lucha por la igualdad puede ser contraproducente tanto para hombres como para mujeres.
Los intentos de silenciar el discurso en favor de la igualdad aparecen en discursos vinculados a partidos políticos de extrema derecha, élites que aspiran a mantener sus privilegios y otras comunidades que desean conservar el statu quo. Se sabe que la resistencia existe en estado latente y reaparece de forma recurrente cuando hay signos de avance hacia la igualdad. Especialmente preocupante es el aumento del discurso de odio contra las mujeres y la misoginia en el contenido online. Estas resistencias son el resultado de la desigualdad y se reactivan para preservarla cada vez que es cuestionada. Por eso es fundamental identificarlos y analizarlos en detalle para evitar su propagación.