El barco Aita Mari, de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario, se enfrenta a una multa que superaría el millón de euros por diversas infracciones detectadas en 2020, cuando el buque se encontraba en aguas italianas en una de sus misiones en el Mediterráneo.
Las autoridades portuarias de Palermo llevaron a cabo una inspección en el barco y detectaron «varias irregularidades de carácter técnico y operativo», lo que les llevó a inmovilizarlo. El proceso siguió su curso, con el inicio de procedimiento administrativo por parte de las autoridades españolas, lo cual ha llevado ahora a la comunicación de la apertura de expediente sancionador.
Por su parte, la ONG Salvamento Humanitario señaló en su día que la «mayoría de las deficiencias» alegadas por las autoridades italianas eran «documentales» que «no afectaban a la seguridad» y subrayó que tenía «todos los certificados» en vigor. Ahora, ha solicitado más información para afrontar el caso.