Ayer, miercoles, Stop Desahucios llevo a cabo una concentración en la capital guipuzcoana para paralizar la subasta de la vivienda de toda la vida de Mari Mar y Manuel, un matrimonio de pensionistas del barrio de Altza que avaló el préstamo hipotecario con el que su hija compró un local para instalar un comercio. Finalmente dicho negocio no prosperó y ahora el fondo de inversión al que Kutxabank vendió la hipoteca ha solicitado la subasta del piso de los avalistas.
La portavoz de Stop Desahucios, Rosa García, confía en que formaciones cuyos representantes participaron en la protesta, como Elkarrekin Podemos y EH Bildu, lleven el problema al pleno del Ayuntamiento y al de las Juntas Generales de Gipuzkoa.