En el pasado mes de febrero la tasa de variación anual del IPCA se ha situado en el 6%, subiendo un 0,9% en relación al mes anterior y elevando una décima su tasa interanual por el encarecimiento de la electricidad, de los paquetes turísticos y de los alimentos, que dispararon sus precios un 16,6% respecto a febrero del año pasado.
En cuanto a la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), aumentó una décima en febrero, hasta el 7,6%, su tasa más alta desde diciembre de 1986. Con este dato, inferior en una décima al estimado inicialmente por el INE, la inflación subyacente supera al índice general en más de 1,5 puntos.