Cuando tratamos problemas sentimentales, sabemos que hay mucho en juego. Nuestra propia felicidad depende de que una relación de pareja vaya bien o de tener un amor correspondido.
Si las cosas nos salen como queremos, entonces nuestros sentimientos están satisfechos, nuestras emociones mantienen la calma y nosotros disfrutamos de la vida que soñábamos.
Sin embargo, en cualquier momento esta situación se puede revertir y nos podemos encontrar con que hay un problema relacionado con nuestros sentimientos. Cuando esto sucede, consideramos que es lo más importante que tenemos que atender y, por tanto, que necesitamos la mejor solución posible para volver a sentirnos bien como antes.
Respecto a los conflictos sentimentales y su resolución podemos escoger distintos métodos, técnicas o salidas. Los hechizos están dentro de este conjunto y, como es lógico, hay algunos que son considerados de mayor poder que otros. Los amarres de amor en concreto son los que se cree que son más poderosos de todos.
¿Es cierta esta afirmación? ¿Son los amarres de amor los hechizos de mayor poder para un conflicto sentimental? ¿Cómo podemos aprovechar este insuperable poder para resolver nuestros problemas? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre amarres y por qué tienen ese reconocimiento de mayor poder frente a otros hechizos.
¿Amarres de amor o endulzamientos?
Si nos fijamos en los mejores profesionales en amarres de amor, tenemos que centrarnos sobre todo en Paloma Lafuente, una de las más reconocidas en este ámbito.
Esta profesional cuenta con especialización en amarres de amor y también en otros hechizos como los endulzamientos.
Vemos aquí la primera diferenciación entre tipos de hechizos para resolver los problemas sentimentales. Por un lado están los amarres, con los que podemos afrontar cualquier conflicto que tenga que ver con nuestros sentimientos.
Los amarres se hacen en base a un ritual con el que aprovechamos los sentimientos que todavía persisten y los reorientamos a una felicidad en común, amarrando la relación e impidiendo la ruptura o provocando la reconciliación.
Los endulzamientos también se basan en un ritual, pero están enfocados a reforzar todo lo positivo de una relación. Por eso se dice que de estos hechizos siempre se saca algo bueno. Con ellos se pueden apaciguar ánimos en una discusión y conseguir que la pareja disfrute de su unión, superando los problemas que hayan surgido.
En ambos casos los problemas sentimentales son afrontados directamente, por lo que son dos tipologías de hechizos que nos sirven para una crisis de pareja. Sí es evidente que los amarres de amor tienen una mayor popularidad como hechizos más poderosos. Sin embargo, la propia Paloma Lafuente afirma que esto no significa que siempre haya que escoger amarres de forma prioritaria.
En algunas ocasiones los endulzamientos pueden ser igual o incluso más recomendables, para conseguir los objetivos de felicidad que estamos buscando.
El poder del tarot en los amarres de amor
Si pudiéramos equiparar el ámbito de los hechizos con el deporte, en muchos casos nos daríamos cuenta de que se cree que los amarres de amor representan un deporte individual, en el que están ellos solos para conseguir los objetivos que buscamos.
Sin embargo, el hecho de que sean considerados los hechizos más poderosos se debe en buena parte a que se apoyan en otros servicios y elementos, entre los que se encuentra la cartomancia, como si fuera un deporte de equipo.
Paloma Lafuente descubrió sus aptitudes para la interpretación de cartas del tarot muy pronto. Desde entonces ha seguido invirtiendo tiempo y dedicación para poder ofrecer este servicio a todo el mundo que lo necesite.
Esta experiencia también le ha servido para identificar lo necesaria que es la lectura del tarot para que el amarre de amor tenga el poder que deseamos.
Esto se debe a que con la cartomancia podemos descubrir respuestas muy importantes, entre las que podría encontrarse exactamente qué tipo de amarre de amor necesitamos y cómo debemos enfocarlo.
Sin la ayuda de las cartas del tarot estas respuestas podríamos no encontrarlas nunca. Por tanto, no sabríamos qué hechizo escoger o, aunque lo hiciéramos, puede que nos equivocásemos en el objetivo.
Por ejemplo, podemos creer que nuestra pareja se distancia de nosotros por una discusión en concreto que existe en la relación, cuando a lo mejor necesitamos un amarre de alejamiento de terceras personas porque hay alguien influyendo negativamente en la relación y provocando ese distanciamiento.
De forma conjunta, cartas del tarot y amarres de amor, sí pueden tener un poder considerable y alcanzar los objetivos de felicidad que nos proponemos de forma mucho más fácil.
Esto se puede asociar a muchos otros casos. Por ejemplo, anteriormente hemos comparado endulzamientos y amarres de amor. Es cierto que en muchas ocasiones se contraponen con el fin de que podamos elegir el que mejor se ajusta a nuestras necesidades. Sin embargo, hay otros casos en los que podemos aprovecharlos conjuntamente para consolidar mucho mejor los resultados que buscamos.
La magia blanca le da poder a los amarres
Los amarres de amor también son considerados los más poderosos por los resultados consolidados que consiguen. Hay muchos factores que pueden influir en ello, como la magia blanca.
Paloma Lafuente siempre recomienda aprovechar la magia blanca para hacer un amarre de amor. Uno de los motivos es que este tipo de magia no impone sentimientos inexistentes. Aprovecha los que hay actualmente para reorientarlos hacia ese objetivo de felicidad entre ambos que comentábamos con anterioridad.
Es decir que no impone nada, sino que coge los sentimientos que tiene la otra persona, que ahora puede que estén desdibujados o tapados por otros como el rencor y el enfado, para ponerlos en prioridad y hacer que la relación vuelva a estar basada en conceptos de cariño y amor.
Estos cambios se producen de forma progresiva. Es decir que, al terminar un amarre de amor, no vamos a ver de inmediato los efectos que estamos buscando con el hechizo, sin embargo, cuando llegan se asientan, se quedan de forma consolidada. Es la explicación de por qué con el amarre de amor los resultados que se consiguen se mantienen en el tiempo y por ese motivo son hechizos que han adquirido un reconocimiento de mayor poder.
Es completamente lo opuesto a lo que sucede con la magia negra. Si elegimos este tipo de magia para nuestro hechizo, no aprovecharemos los sentimientos existentes. La magia negra impone los sentimientos que se desea que tenga la otra persona, consiguiendo así efectos más rápidos pero que en realidad no perdurarán en el tiempo.
Es más, la magia negra tiene graves consecuencias a nivel físico y emocional en la persona hacia la que se dirige el hechizo. Al descubrir que se le han impuesto sentimientos que no tenía, también se agravará la situación. Por estas razones es preferible la magia blanca.
De hecho, la magia blanca tiene muchas más ventajas, siendo una de ellas clave en los amarres de amor y es el respeto por el libre albedrío.
Hay que tener en cuenta que, aunque un amarre lo puedes hacer por tu cuenta y parece que no sea excesivamente complejo, en la práctica tiene muchos detalles en los que fijarse. Cometer un error es algo que puede pasar con relativa facilidad.
Como la magia blanca respeta el libre albedrío, si realmente cometemos un error durante el ritual ¡no pasará nada! Todo seguirá el orden natural de las cosas, sin que tengamos que temer consecuencias negativas.
Obviamente el deseo que pedimos al Universo no se va a cumplir, pero también es importante el hecho de que podamos tener la tranquilidad de que nada negativo nos va a pasar ni a nosotros ni a otras personas por equivocarnos durante el ritual de amarre.
El poder personal en el amarre de amor
El hecho de que un amarre de amor tenga tanto poder no solamente se debe al propio hechizo, al ritual o a otros hechizos que complementemos. En realidad buena parte del poder que tienen los amarres se debe a la propia persona que los realiza.
Tal y como explica Paloma Lafuente, los amarres de amor tienen que verse como deseos que se piden al Universo. Un aspecto importante en este sentido es la intensidad con la que se pide ese deseo.
Para lograr esa intensidad tenemos que cambiar y evolucionar internamente. De hecho mucha gente afirma ser una persona distinta después de un ritual de amarre por lo mucho que tiene que cambiar para afrontarlo.
Entre esos cambios está el aprendizaje a concentrarse. La concentración es clave para conseguir la intensidad requerida en un amarre de amor y actualmente no todo el mundo desarrolla esta capacidad de forma natural.
Para conseguirlo, si no tienes experiencia, lo ideal es aprovechar técnicas y disciplinas como el yoga o la meditación. Con ellas alcanzarás un nivel óptimo de concentración y podrás aumentar al máximo la intensidad del hechizo.
Otro cambio necesario de forma personal es el de tener fe en el hechizo. En el momento en que escojas el amarre de amor como la solución para tus problemas sentimentales, debes tener fe absoluta de que es justo lo que necesitas para lograr tus objetivos. Así la intensidad con la que pides tu deseo no tendrá fisuras y estará al mayor nivel posible.
Por otro lado, los efectos del amarre de amor solamente representan una parte de la solución, tú también tienes mucho que ver en que duren en el tiempo.
Si consigues que la otra persona cambie en determinadas cosas, pero tú mantienes la misma actitud que inicialmente antes de la crisis de pareja, el problema volverá a resurgir, aunque sea en otros ámbitos.
La autocrítica es muy necesaria para identificar aquellas acciones que podemos cambiar y con las que ser mejores personas y mejores parejas, para reducir la probabilidad de una discusión y preservar todo lo posible el estado de felicidad ideal conseguido.
De igual forma, también es muy probable que tengas que tomar decisiones duras. En los amarres de alejamiento, por ejemplo, hay que hacer un ritual con el que se aleja para siempre de vuestra vida a personas nocivas para vuestra relación. No es fácil decidir algo así, pero dando prioridad a tu pareja entenderás que es lo más importante para ser plenamente feliz.
Las piedras mágicas, los ingredientes más poderosos de un amarre
Un amarre adquiere su poder también en base a los ingredientes que utiliza en el ritual. Por lo general, encontramos 3 tipologías de ingredientes:
- Ingredientes sencillos: alimentos y objetos que podemos encontrar fácilmente en nuestro día a día o adquirir de forma muy sencilla.
- Ingredientes personales: objetos que permiten adaptar el ritual de amarre a la circunstancia exacta de la pareja como, por ejemplo, un anillo de bodas, una fotografía de ambos o un regalo que os hayáis realizado en un momento de felicidad.
- Ingredientes especiales: elementos más difíciles de encontrar que a menudo también requieren cierta práctica para ser utilizados, como por ejemplo las piedras mágicas.
Las piedras mágicas destacan por ser capaces de aumentar de forma considerable la intensidad de un hechizo y, por tanto, de hacerlo todavía más poderoso. En este sentido, es bastante normal que se diga que estas piedras mágicas son responsables de que se considere que los amarres son tan poderosos, aunque obviamente no son el único factor a tener en cuenta, tal y como hemos repasado en líneas anteriores.
La suma de los factores, hace a los amarres más poderosos
En la práctica los amarres son tan poderosos como hechizos para problemas sentimentales porque aprovechan todos los elementos descritos de forma conjunta. Una profesional como Paloma Lafuente sabe combinarlos entre sí para aumentar la intensidad del hechizo y hacer que el amarre en cuestión cobre el mayor poder posible.
Además, estará plenamente orientado al objetivo de felicidad que se busca, utilizará los ingredientes correctos y probablemente se haga en un momento del día o de la semana, en el que se puede aumentar aún más la intensidad del hechizo. Esa suma de factores es lo que finalmente permite hablar de los amarres como los hechizos más poderosos.