La Audiencia de Gipuzkoa juzgó ayer la agresión sexual que presuntamente ocurrió la madrugada del 13 de agosto de 2019, en el contexto de las fiestas de la Semana Grande de Donostia. La víctima negó haber accedido a mantener relaciones con el hombre acusado de los hechos porque, según explicó, ella estaba ebria y despertó cuando él la estaba penetrando.
Por su parte, el acusado mantiene que, tras un primer momento en el que la chica le manifestó claramente su rechazo a las relaciones, luego ella «se rozó» con él lo que le hizo creer que finalmente accedía a ellas.
Según la versión de la chica, al despertar y ver que el hombre la estaba penetrando le pidió que «parara», a lo que el varón finalmente accedió. Por el contrario, él ha explicado que la chica «se quitó las bragas» y ella le incitó a practicarle sexo oral, tras lo que «hubo penetración», si bien en un momento dado ella le pidió que parara porque se «sentía mal» y así lo hizo.
La Fiscalía de Gipuzkoa reclama ahora para el acusado ocho años de cárcel como autor de un delito contra la libertad sexual y una compensación de 6.000 euros, la misma pena que pide la acusación particular en representación de la víctima, quien solicita además una indemnización de 30.000 euros.