El Tribunal de primera instancia de San Sebastián ha dado la razon al restaurante Amelia de Donostia, el cual cobró a tres clientes por una reserva que no anularon y a la que tampoco acudieron un total de 510 euros.
«El cliente atrasó la reserva que tenía en el hotel, pero no la que tenía en el restaurante», explica Xabier de la Maza, director del restaurante Amelia. Además, añade que se les ofreció a los clientes otra fecha, sin embargo, no llegaron a un acuerdo con los comensales.
Desde el local explican que el no cancelar una reserva les supone pérdidas a nivel económico y por ello cuentan con una cláusula de cancelación.