El hombre acusado de violar en dos ocasiones y de maltratar y vejar a su compañera sentimental en un piso del barrio donostiarra de Altza, el cual ha admitido los hechos, ha sido condenado a cinco años de prisión. A pesar de ello, no ingresará en la cárcel, ya que el tribunal ha accedido a suspenderle la pena de reclusión con las condiciones de que no vuelva a delinquir en los tres próximos años, de que no incumpla ninguna de las prohibiciones impuestas y siga un programa formativo para la igualdad de género. Además, el condenado no podrá aproximarse a la perjudicada durante trece años y deberá permanecer diez años en situación de libertad vigilada.
En un principio el Ministerio Público pedía para este individuo penas que sumaban quince años de cárcel, aunque después de que el varón reconociera lo ocurrido ha accedido a rebajar su petición de condena al aplicarle las atenuantes de arrepentimiento, embriaguez y reparación del caño causado, puesto que ha indemnizado a la víctima con 3.000 euros.