Dieciocho jóvenes participan en el programa de prácticas impulsado por Deusto Business School, Fundación Antonio Aranzábal y Rural Kutxa para retener talento en el territorio

Desayuno programa de prácticas empresa familiar.
Desayuno programa de prácticas empresa familiar.

-Dieciocho jóvenes de los dobles grados en ADE+Derecho y ADE+Ingeniería Informática de Deusto dedican más de 4.000 horas de prácticas en estas empresas.

-El programa se desarrolla gracias a la financiación de Rural Kutxa, que apoya esta iniciativa a través de su acción social.

-Algeposa, Calcinor Servicios, Echemar, I2U, Ibarmia Innovatek, Hine Group, Mapner, Muebles LUFE, Plastigaur, Salva Industrial, STT Systems y Talleres Agui han participado en las dos ediciones de esta iniciativa.

Conectar a la juventud altamente formada y a las empresas familiares enraizadas en Gipuzkoa que participan en el programa ha sido el objetivo del Desayuno celebrado hoy viernes en el campus de San Sebastián de la Universidad de Deusto. El citado programa de prácticas permite a los jóvenes tener una experiencia laboral ajustada a su formación y a las empresas familiares detectar potencial interesante para incorporar en sus organizaciones. 

 

Rural Kutxa, Fundación Antonio Aranzábal y Deusto Business School, han sido las anfitrionas de esta sesión a la que han acudido tanto los alumnos, como los directivos y tutores participantes. En la misma se han presentado los detalles del programa, se han compartido mejores prácticas y se han identificado las expectativas de unos y otros para refinar en la medida de lo posible la experiencia.

Sin duda esta oportunidad no hubiera sido posible sin la participación de las empresas: Algeposa, Ibarmia Innovatek, Salva Industrial y Talleres Agui que repiten experiencia y a las que se han unido en esta segunda edición cinco nuevas: Echemar, Hine Group, Mapner, Muebles LUFE y STT Systems. La apuesta de todas ellas por la formación de los estudiantes de la Universidad de Deusto es fundamental, porque más allá de ser una experiencia formativa encajada, la práctica les abre la posibilidad de trabajar en una empresa del territorio, con expectativas de crecimiento. Este tiempo de conocimiento mutuo permite a los jóvenes interactuar con equipos directivos, proyectarse en iniciativas vivas e ilusionantes y valorar los proyectos del territorio. 

Por otro lado, el programa da la oportunidad a las empresas de contar con personas preparadas, con empuje y de fuera de sus organizaciones. Inyectar nuevas capacidades en los proyectos, aunque sea de forma temporal, permite abordar cuestiones nuevas o ampliar el foco de aquello en lo que ya se estaba trabajando. Fomentar la simbiosis intergeneracional y hacerlo en condiciones monetarias y profesionales adecuadas es condición necesaria para avanzar en el anclaje de talento en el territorio y potenciar la empresa familiar. 

Tal y como indican las organizaciones promotoras de esta iniciativa: “Observarse mutuamente amplía las posibilidades de encaje y ello redunda en beneficio de todos: empresas, jóvenes, instituciones y territorio. Esperamos seguir sumando empresas y estudiantes para lograr un impacto positivo en nuestra sociedad.”