El euríbor a doce meses, el principal indicador para las hipotecas variables, cierra julio con una tasa media del 4,149 % y mantiene la senda alcista, que los expertos consideran que seguirá en los próximos meses, aunque podrían suavizarse los repuntes.
El euríbor termina el último día del mes de julio en el 4,064 %, por debajo del cierre del viernes cuando marcó el 4,111 % y a distancia de los máximos alcanzados en el mes (el 7 de julio llegó al 4,193 %).
El Banco Central Europeo (BCE) aumentó los tipos de interés un cuarto de punto en su última reunión del 27 de julio hasta el 4,25 %, en la que fue su novena subida consecutiva desde que el organismo presidido por Christine Lagarde decidiera empezar a incrementarlos para acabar con la elevada inflación.
En esta última cita, Lagarde puso sobre la mesa la posibilidad de que en las siguientes reuniones el organismo mantuviera las subidas, pero también que se pausaran estos repuntes, en función de la evolución de indicadores como la inflación o el crecimiento económico; esta última posibilidad abre la puerta, según los expertos, a una ralentización en los incrementos del euríbor en los próximos meses.
Con el cierre de julio, el euríbor acumula ya 16 meses en cifras positivas después de que las políticas monetarias del BCE para tratar de dinamizar la economía de la eurozona tras la crisis financiera lo llevaran a entrar en terreno negativo en febrero de 2016 (-0,008 %), donde permaneció hasta marzo de 2022 (-0,073 %), el último mes que acabó en negativo.
La hipoteca media ascendía a 142.000 euros en mayo, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), con lo que la cuota mensual a pagar, si se revisara el cálculo del préstamo ligado al euríbor más un diferencial de 1 % a partir de julio, ascendería a 842,49 euros, mientras que en el mismo mes del año pasado se elevaba a 601,32 euros.