Podemos abre un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que implicará el despido de más de la mitad de la plantilla y el cierre de nueve federaciones tras los malos resultados del 28 de mayo, donde pasó a ser testimonial y desapareció del mapa en cinco comunidades. El partido justifica esta reestructuración por una fuerte caída de ingresos, que cifran en el 90% a nivel autonómico y el 70% a nivel estatal, al obtener cinco diputados en las elecciones generales del pasado 23 de julio dentro de la coalición Sumar, que logró un total de 31 escaños.
La formación ha remitido un escrito a los trabajadores afectados -de la organización central y de nueve federaciones- donde anuncia una «profunda reorganización en todos los ámbitos para adecuarnos al descenso de recursos» tras los resultados del último ciclo electoral, con «el descenso de diputados» y «la desaparición, total o parcial de ingresos» en estos nueve territorios. Un «nuevo escenario», justifica la formación, que necesita de importantes reajustes para mantener el «firme objetivo de asegurar la acción política de Podemos y garantizar el avance de las políticas transformadoras».