Si a un grupo de analistas se le preguntara sobre cuál es el principal problema de la economía española en estos momentos, la mayor parte se decantaría por el volumen de la deuda. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, la deuda del conjunto de las administraciones públicas (Estado, comunidades autónomas, corporaciones locales, Seguridad Social…) ascendía en el mes de mayo a 1,542 billones de euros, un 5,8% más que en el mismo mes del año anterior.
El problema no se circunscribe exclusivamente al montante total, que supone alrededor del 113% del Producto Interior Bruto a precios de mercado, sino al ritmo de crecimiento que ha llevado en los últimos años, especialmente desde la irrupción de la pandemia. A cierre de 2019, antes de que el coronavirus provocara la mayor crisis sanitaria mundial de las últimas décadas, la deuda era de 1.223.355 millones de euros. En apenas tres años y medio, se ha incrementado en 318.645 millones de euros, un 26%. Y tiene pocos visos de que se vaya a contener en los próximos ejercicios, toda vez que cada año se emiten entre 70.000 y 75.000 millones de euros de deuda neta.