El máximo representante de la Universidad ha anunciado la implantación del primer programa experto para formar a las organizaciones en cómo afrontar los retos éticos de la IA aplicada
Más de 2.500 estudiantes de grado, tras recibir 6.000 solicitudes, han comenzado su carrera este curso 2023-24
Se pone en marcha el proyecto sobre el Campus Social para poner al servicio de colectivos vulnerables capacidades y recursos existentes en la Universidad
La teóloga Carmen Bernabé ha defendido en su lección inaugural que estudiar los orígenes del cristianismo puede ofrecer claves para afrontar la crisis del cristianismo europeo actual
Deusto ha inaugurado el curso 2023-2024 con más de 2.500 nuevos estudiantes de grado en primer curso tras recibir 6.000 solicitudes. Un reconocimiento de la sociedad al servicio de un centro que se reafirma como una “universidad centrada en las personas que transforma y se transforma y que trabaja para una sociedad más justa”. Tres ideas que, en el marco del plan estratégico para el periodo 2023-2026 y condensadas en el lema “Personas que transforman el mundo”, son la justificación de toda la actividad académica de la Universidad.
La utilidad de estudiar los orígenes del cristianismo
El acto oficial de apertura de curso se ha iniciado, tras una eucaristía que ha presidido el obispo de la diócesis de Bilbao Joseba Segura (Homilía), con la lectura de la memoria académica (documento) del curso 2022-23, a cargo de la secretaria general Stella Solernou. A continuación, la doctora y profesora titular de Teología, Carmen Bernabé, ha pronunciado la lección inaugural titulada “De minorías y marginalidades. La actualidad del estudio crítico de los orígenes cristianos”.
“El pasado es una lámpara a la puerta del porvenir”, frase atribuida al filósofo francés Felicité Robert de Lamennais, recoge sintetizado el objetivo de la lección magistral de la teóloga de Deusto ya que, en su opinión, “conocer y estudiar el pasado es imprescindible para vivir el presente con conciencia y proyectar el futuro con acierto y audacia”.
Afirma que “en el momento en el que el cristianismo europeo parece que está en trance de desaparición, en el mundo académico surge con fuerza el estudio crítico de sus orígenes; haciendo realidad esa idea de que lo inútil es muy útil”. Y surge, según ha expresado, porque, primero, “descubrimos en esos orígenes intuiciones innovadoras y posibilidades que históricamente se han desarrollado y otras que permanecen a la espera de la ocasión en la que poder mostrar todas sus virtualidades”, señala. Y, en segundo lugar, “porque el cristianismo europeo actual comparte dos características claves con aquel de los orígenes: es un fenómeno minoritario y marginal, lo que puede ofrecer claves para afrontar la crisis y vivir de forma más coherente con la intuición inicial”.
Defiende que la marginalidad social, contra lo que habitualmente se piensa, puede tener también una función social positiva y hasta creativa, desde donde se pueden descubrir aspectos de la realidad que pasan desapercibidos a la mirada hegemónica o dominante, y donde pueden incubarse alternativas sociales de superior calidad social y ética. “A esto aludía la propuesta innovadora de Jesús de Nazaret, recogida en el símbolo del reino de Dios.”, ha indicado.
Al respecto, esta Lectio aborda dos temas desde esa perspectiva. Temas que han mostrado su importancia, tanto entonces como en nuestros días: el silenciamiento de las mujeres y la lógica samaritana como modelo de vida. Carmen Bernabé ha recordado que el cristianismo de los orígenes fue también minoritario, pero muy creativo y con vocación de trasformación social. Eso es, en su opinión, “clave para las iglesias cristianas, pero tiene también una importancia social y política indudable, puesto que el cristianismo es un componente esencial de la cultura europea, seamos conscientes de ello o no”, ha puntualizado. Lección inaugural completa.
Descubrir la vocación
En su primer discurso como rector de Deusto, Juan José Etxeberria se ha centrado en el impulso transformador del centro, el cual queda reflejado en el nuevo plan estratégico. Un plan que apuesta por un modelo universitario centrado en las personas, en la cooperación y la transformación. Para él, “una universidad centrada en las personas” quiere decir que no tiene otro objetivo que las personas. Y significa -defiende- que: “estamos enfocados a que las personas que estudian en Deusto alcancen su máximo potencial y contribuyan al progreso y la justicia en nuestra sociedad”. También la investigación y transferencia tienen el mismo objetivo y pretenden tener un impacto real en el bienestar.
En relación con esta centralidad de la persona, el máximo representante da mucha importancia a la “cultura vocacional”, lo que significa situar los estudios y la dimensión profesional en el marco de la vocación personal. En su opinión, se ha de facilitar que el estudiante descubra y viva su vocación y “como universidad cristiana, no sentimos llamados a acompañar a la juventud en ese descubrimiento del sentido de su vida”. Se trata de que descubra lo que es, lo que está llamado a ser y pueda integrar todas sus facetas, incluida la profesional, en este sueño. Al respecto, ha indicado que este proceso de formación integral, Deusto lo hace a través del acompañamiento personalizado, talleres especializados, jornadas, diálogos o voluntariado, entre otros.
Desafíos de la Inteligencia artificial
Otra cuestión importante relacionada con la idea de “una universidad centrada en las personas” es el tema de la “inteligencia artificial” y todo lo que conlleva de transformación profunda de la enseñanza superior y, en general, de las formas de crear y difundir conocimiento. No duda en que hay que estudiar los riesgos y tener en cuenta los costes. “No nos dejamos fascinar por discursos interesados en exagerar su alcance, ni ignoramos problemas reales como los sesgos discriminatorios”, pero también valora todo lo que la IA está ayudando a hacer que la educación sea más personalizada, eficiente y accesible. A su juicio, lo importante es “poner a las personas en el centro de este desarrollo tecnológico”. Y asegura que Deusto ya está en ello.
En este sentido, el pasado curso se constituyó un equipo de trabajo multidisciplinar sobre el desafío de la Inteligencia Artificial Generativa para nuestra actividad. Se está evaluando su impacto y reflexionando ética y críticamente sobre ella. También se está trabajando en normas para su uso en la formación y evaluación, así como ofreciendo formación. Igualmente se ha comenzado la elaboración de un banco de recursos y buenas prácticas, a la vez que un procedimiento de seguimiento, análisis y difusión. Por último, se está definiendo una política de uso y contratación de servicios relacionados con la inteligencia artificial. Además, este curso se va a lanzar el primer programa experto para formar a las organizaciones en cómo afrontar los retos éticos de la inteligencia artificial aplicada.
En palabras de Juan José Etxeberria, el desafío no es salvar procesos o estructura tradicionales, ni tampoco someternos a lógicas de mercado global sin control ni valores o subordinar a las personas a algoritmos inhumanos. “El desafío al que nos enfrentamos es poner la inteligencia artificial al servicio de las personas y su desarrollo integral de manera equilibrada y justa en todo el mundo”, ha reiterado.
Adaptación de estructuras
Actualmente, la Universidad está embarcada en un proceso de adaptación y actualización de estructuras y procedimientos. Deusto es una institución libre y sin ánimo de lucro, y, desde esa posición, su compromiso con la transformación social se basa en su contribución al desarrollo integral de las personas, con especial atención a los más desfavorecidos y a la juventud. De ahí, la búsqueda constante por flexibilizar la oferta y actividad académica. Un ejemplo de ello es la opción en los últimos años de una oferta de estudios precisamente en aquellos ámbitos donde más necesidad social existe.
Además, según el último informe de Lanbide, la tasa de ocupación de los estudiantes de Deusto ha vuelto a subir cuatro puntos porcentuales en el último año, hasta el 88%, siendo de pleno empleo en determinadas titulaciones. El empleo encajado (en cargos de dirección o técnicos universitarios) también sube cuatro puntos hasta el 86%. Y es que el modelo de aprendizaje de la Universidad ha aportado mayores niveles de empleabilidad, una mejor valoración del emprendimiento, una sociedad más culta e igualitaria y una especial sensibilidad con la sostenibilidad. La sociedad reconoce nuestro servicio. El incremento del número de alumnado cada año y los resultados en los rankings, que nos sitúan entre las mejores universidades, así lo avalan.
Investigación y ODS
La Universidad también ha dado un salto enorme en investigación. Ha cuadriplicado el número de publicaciones indexadas en los últimos 10 años y también ha alineado progresivamente la investigación con los programas y con las directrices europeas y con el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación de Euskadi. Sin cejar en esta estrategia conjunta, el objetivo en los próximos años es focalizarse en torno a aquellos temas en lo que se puede conseguir un mayor impacto transformador. Para ello, Deusto ha analizado aquellos Objetivos de Desarrollo Sostenible en los que tiene mayor compromiso como Universidad. Y esos ODS, junto a las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús, van a marcar la senda de trabajo.
Asimismo, el rector Etxeberria se muestra muy satisfecho por participar en el Sistema Universitario Vasco, un ámbito de colaboración importante que refuerza nuestro impacto real positivo para Euskadi. Deusto está también alineada con la importancia que el Plan da a las áreas de Ciencias de la Salud y Ciencias de la Educación. En este unir y generar sinergias, la Universidad también aprovecha la fortaleza que supone formar parte de una amplia red internacional de 200 universidades jesuitas. “Deusto es una universidad vasca con un fuerte arraigo en nuestro entorno, pero abierta al mundo”, ha manifestado.
Líderes preocupados por el mundo
Juan José Etxeberria ha dedicado otra parte de su discurso a la afirmación de Deusto como “una universidad para una sociedad más justa”. Ha comentado que fue Pedro Arrupe quien aportó en la Compañía de Jesús una visión que vinculaba el servicio de la fe y la promoción de la justicia. Esa forma de comprender la misión constituye hoy -tal y como ha expresado- el modo en el que los jesuitas se sitúan ante la realidad. Una forma de entender la misión que supone en determinados contextos un precio a pagar, como se ha visto en Nicaragua con el cierre y la incautación de la Universidad Centroamericana de Managua por parte del gobierno que encabeza Daniel Ortega.
Este hecho es un ejemplo que impulsa a Deusto a seguir implicándose en la protección y defensa de víctimas y colectivos vulnerables. “Y queremos que sea nuestro punto de vista, contribuyendo con nuestros análisis, propuestas y posicionamientos públicos a mejorar su situación”, ha adelantado. En esta línea, el rector se siente llamado a ir más allá, aunque la Universidad ya está muy comprometida tanto participando en diversos organismos y foros en Euskadi, España y Europa, para la elaboración o contraste de políticas, en temas como la regulación de la diversidad, las políticas de memoria sobre la violencia terrorista, el consumo energético, las políticas de asilo en Europa, la regulación de la tecnología o la gobernanza. En ocasiones, se hace directamente y en otras a través de las redes en las que participamos. Y en esta tarea -ha afirmado- no olvidamos que nuestro objetivo como universidad jesuita es formar “líderes preocupados por la sociedad y el mundo”.
Estudiar en Deusto sin coste
Construir una universidad para una sociedad más justa, no es tarea fácil para Deusto, al ser un centro cuya actividad se sostiene gracias a las contribuciones del alumnado. Este hecho dificulta que el proyecto sea plenamente inclusivo y supone que haya jóvenes a los que les gustaría venir a Deusto y no pueden. Para abordar este reto que “nos preocupa y ocupa” la Universidad va a trabajar en tres frentes.
El primero es el programa Becas Deusto Arrupe, puesto en marcha hace dos años, y que es una iniciativa que se suma a los más de dos millones y medio de euros que la Universidad dedica anualmente de sus fondos propios a becas o a los programas especiales creados en los últimos años para acoger alumnado ucraniano y afgano.
En el marco de estas ayudas, cada año, 25 nuevos estudiantes con expediente académico excelente ven completadas sus becas públicas, de manera que pueden estudiar sin coste alguno en la Universidad. Cuando el programa se despliegue por completo, serán 125 los estudiantes que no paguen nada por matricularse en Deusto. Para dar a conocer ampliamente esta iniciativa, la institución académica colabora con centros educativos y organizaciones sociales para captar esos estudiantes que más pueden contribuir al cambio social si se les da una oportunidad.
Campus Social
Los otros dos frentes de avance en el compromiso de Deusto con la justicia social tienen que ver con el desarrollo del Campus Social y con la investigación. El proyecto sobre el Campus Social trata de poner al servicio de colectivos vulnerables capacidades y recursos existentes en la Universidad. La idea es, según Juan José Etxeberria, hacerlo a través de la colaboración con administraciones públicas y organizaciones del Tercer Sector.
El Campus Social de la Universidad de Deusto busca integrarse en el ecosistema de atención y ayuda a colectivos vulnerables desde una contribución específicamente universitaria (formación, investigación, transferencia y atención). La finalidad es que este proyecto facilite el contacto con los colectivos vulnerables como paso ineludible para asumir su perspectiva e intereses. Por lo que se refiere a la investigación, el rector ha señalado que Deusto está trabajando en la focalización de la actividad investigadora y de transferencia, eligiendo siempre entre las distintas salidas aquellas que sean más justas e inclusivas. Discurso del rector íntegro.
La ceremonia ha finalizado con la intervención del Lehendakari del Gobierno Vasco, Iñigo Urkullu.