Desde la pandemia la presión fiscal se ha disparado en España, recayendo sobre todo en las familias del país. De hecho, el IRPF y las cotizaciones sociales se han incrementado tanto en los últimos años que se han recaudado 44.000 millones de euros adicionales.
Los ingresos tributarios que generaba España en el año 2019 eran del 35% del PIB, mientras que la media de la eurozona era de casi el 41%. A partir de entonces, en tres años, la brecha se ha recortado a la mitad, pasando a ser de2,9 puntos del PIB. Por desgracia, quienes han pagado buena parte de esta factura son las familias.