La leche materna es indudablemente el mejor alimento que una madre puede dar a su bebé, y los beneficios, tanto en términos de vínculo afectivo como de salud, son muchos. Para amamantar de manera correcta y cómoda, el cojín de lactancia puede resultar un accesorio muy útil. ¡Descubramos por qué!
Los beneficios del cojín de lactancia
Los beneficios del cojín de lactancia son diversos, más de lo que se podría imaginar. Sin duda es importante elegir un cojín cómodo e hipoalergénico para facilitar la lactancia. Es recomendable optar por marcas líderes en el sector como Mimuselina, que asegura que sus opciones de cojín de lactancia estén diseñados con materiales de alta calidad como la microfibra y la tela suave, lo que los hace muy suaves e hipoalergénicos. De este modo se evitan posibles irritaciones en la piel de la madre o del bebé. Otra ventaja es que son independientes e hidrófugos, por lo que no absorben malos olores.
- Posición confortable: debido a su forma anatómica, este cojín especial permite mantener una postura correcta durante la lactancia, aliviando la tensión muscular en el cuello, brazos y hombros, así como la presión en el abdomen, lo cual es especialmente útil en caso de cesárea.
- Apoyo para el bebé: el momento de la toma debe ser relajante y placentero para el recién nacido. El cojín asegura un contacto preciso con el pecho materno, lo que hará que la lactancia sea aún más agradable y contribuirá a una buena digestión del pequeño.
- Reducción del reflujo: más allá del alivio postural para la madre y el bebé, el cojín de lactancia ayuda al bebé a mantener la posición correcta incluso después de la toma, facilitando la digestión y reduciendo el riesgo de regurgitación.
- Mayor relajación: gracias a su comodidad, es posible amamantar al bebé cómodamente manteniendo las manos libres, lo que permite a la madre disfrutar de este hermoso momento con su bebé en completa tranquilidad, y reducir los dolores musculares desagradables causados por largas sesiones de lactancia.
Versatilidad y usos adicionales del cojín de lactancia
Además de su utilidad durante la lactancia, este cojín especial también tiene otros usos versátiles. Por ejemplo, se puede convertir en un lugar cómodo donde tanto el bebé como la madre pueden descansar, utilizándola como un cómodo soporte para estar junto a su pequeño mientras duerme. El cojín también es un apoyo valioso para aquellas madres que no amamantan.
Colocando al bebé hacia la madre, con la cabeza apoyada en el lado más alto, será más fácil evitar la regurgitación después de la comida, incluso si el bebé toma el biberón. También se puede utilizar el cojín de lactancia como apoyo para que el bebé aprenda a mantener la cabeza erguida y la espalda recta. Enseñar al pequeño a mantener una postura sentada, colocándolo en el centro del cojín, lo ayudará a adquirir equilibrio y familiarizarse con su propio cuerpo hasta que pueda sentarse por sí mismo. En esta posición, el bebé estará protegido de posibles caídas de cunas y sofás.