La calidad de la comida del comedor de la ikastola Langile de Hernani preocupa a los familiares de los alumnos, y no es para menos. Entre diversos ejemplos, destaca el del pasado viernes, en el que se tuvieron que retirar las alubias porque estaban en mal estado y un niño encontró un gusano en el pescado.
Ante este tipo de situaciones, los familiares exigen romper el modelo de las macroempresas que les viene «impuesto» y romper con la empresa Seruinion. De hecho, han afirmado que hoy, lunes, ningún alumno comerá la comida que les quieran servir en el comedor del centro. Además, afirman que si logran romper con esta empresa, les gustaría elegir a ellos un modelo de alimentación saludable y de calidad para sus hijos.