La Fiscalía ha acusado de asesinato a la mujer que cuidaba de una nonagenaria aquejada de demencia en su vivienda de Zumaia, que a pesar de que en un principio se pensó que murió de forma accidental, la autopsia reveló que falleció asfixiada.
El escrito de acusación provisional del Ministerio Público apunta a que los hechos se produjeron el 21 de noviembre de 2020, cuando la acusada, que por entonces tenía 31 años de edad, se encontraba a solas en la vivienda con la víctima, momento que, «por motivos no esclarecidos», presuntamente decidió «poner fin» a su vida. Le tapó la boca y la nariz «con algún objeto irregular», causando así a la víctima una «insuficiencia cardiorrespiratoria aguda» y una «anoxia encefálica» debida a una «asfixia por sofocación».
Por ello, la acusada se enfrenta a una petición de 22 años de prisión.