Los defensores del cultivo del cáñamo están convencidos de que trabajar en un marco legal garantista permitiría dar más opciones al sector primario y, por otro lado, atender una necesidad del mercado
Se trata de un tema controvertido que enfrenta a los que están a favor y en contra de la legalización del cultivo del cáñamo. A decir verdad, es un asunto con muchas aristas que, desde luego, es muy interesante de ser abordado porque, ¿no es verdad que existe todo un mercado negro y economía sumergida en torno al cannabis en España?
Sin embargo, al ser un tema que afecta a la salud pública y al tener que ver con una hierba considerada estupefaciente hay que generar ese debate desde el sosiego, el entendimiento y, por supuesto, sopesando cada pro y cada contra. El hecho de poder comprar CBD en España de forma legal lleva a pensar que adecuando las plantaciones al componente y con uso debido podría significar un nicho de oportunidades.
Los defensores del cultivo de este tipo de plantación, en su entender muy acertadamente, piensan que sería un revulsivo para la economía del sector primario en España. Las causas que afectan a este sector son múltiples y con este cultivo se abriría la puerta a una alternativa más, que desde luego, es bastante rentable. Sin embargo, para que eso ocurra debe haber un marco normativo muy estricto que regule ese sector.
Esa es la segunda cuestión que plantean los defensores del cáñamo. Por supuesto que como actividad económica debe estar regulada, igual que su producción, también su recolección, manipulación, envasado y venta. Sería toda una cadena que generaría ingresos al Estado en forma de impuestos y un nuevo nicho de creación de empleo y riqueza.
La tercera vía que defiende este sector está basada en la oferta y la demanda. Consideran que negar la evidencia del consumo de cannabis es mirar hacia otro lado. También abogan por su uso terapéutico y en diferentes productos derivados. El hecho de regular un mercado que, actualmente, está en la ilegalidad y la economía sumergida, daría muchas herramientas para, por un lado, detectar aquellas deficiencias que afectan a la salud pública y, por otra, llevar un control real de que lo que se pone a la venta es un producto de calidad y con todas las garantías.
Esas son los principales razonamientos en los que se basa este grupo de defensores de la legalidad del cultivo de cáñamo. A lo largo de este artículo se van a ampliar los argumentos y, sobre todo, las vías existentes desde un diálogo sosegado, serio y multidisciplinar.
El CBD podría revolucionar la agricultura española
Evidentemente los cambios en la producción y las exigencias de los mercados, la alta competitividad y algunas razones más como el cambio climático o la sequía llevan al sector primario a situaciones muy complicadas. En ese caso, los defensores del cultivo legal del cáñamo consideran que la implantación de un marco legal seguro al respecto podría suponer un balón de oxígeno para la agricultura española y una forma nueva de crecer y generar empleo muy especializado y de calidad.
En esa línea, presentan su convencimiento de que las flores de CBD podrían suponer un verdadero revulsivo a un nuevo mercado y nicho que acabaría con gran parte de la economía sumergida. Pero, evidentemente eso precisa mucho consenso social, político y de salud.
¿Qué es la flor de CBD y de dónde se extrae?
Centrando ahora la atención en las propiedades específicas de las flores de CBD, también denominadas como Cannabidiol o brotes de CBD tienen su producción en la planta de cáñamo hembra y se extraen una vez esta alcanza su punto de madurez.
Y, ¿qué la diferencia de la marihuana? Respecto a la marihuana la flor de CBD no contiene THC, que es el componente que hace que los consumidores experimenten efectos psicotrópicos. Sin embargo, lo que sí contienen son altas concentraciones de terpenos, flavonoides y cannabidiol. Por tanto, estas flores de cáñamo se caracterizan por su contenido en altas dosis de CBD y su escaso casi nulo de THC que es el componente verdaderamente conflictivo.
Por todo ello, queda evidenciado que las flores de CBD carecen de capacidad para alterar mentalmente a sus consumidores y, además, sí que permite que estos se valgan de algunas causas potencialmente terapéuticas que mejoran la vida de muchas personas, dolores, irritaciones…
En ese mismo sentido habría que decir que, si bien el contenido de CBD de las flores de cáñamo hembra no curan por sí mismas ningún tipo de enfermedad, sí que aporta un paliativo complementario que mitiga dolores localizados y otras dolencias. El hecho de ser un producto puramente natural y sin efecto secundario ha hecho que se aplique en diferentes posologías y métodos terapeúticos.
Retos y oportunidades del sector del CBD
Sin lugar a dudas quienes buscan la legalización de la plantación de cannabis es porque tienen muy claro que existen grandes oportunidades, pero que, desde luego, se tienen que hacer frente a retos muy importantes. En este sentido, el incremento y el volumen de este negocio es muy significativo si se aprecian los datos globales. Eso permite encontrar un nuevo nicho en el mercado que satisfacer y, por ende hay que dotar de marcos normativos nuevos y garantistas para hacerlo con los avales suficientes.
No obstante, el principal debate hunde mucho sus raíces en la sociedad, ¿está o no bien vista la legalización de una droga? ¿El hecho de no legalizarla destruye su consumo? ¿Consumirla de forma legal lo aumenta y normaliza? Desde luego, son muchas las preguntas que hay que hacerse. Por eso, el sector que está a favor, al menos agradece, que desde las esferas de poder se hagan, al menos, preguntas.
Está claro que no todo en la vida es hacer dinero y menos a costa de la salud pública, pero, está demostrado y avalado por muchos estudios que un uso terapeútico de la marihuana ayuda a dolencias a mitigar efectos. Por tanto, es un escenario favorable para la creación de una nueva industria asociada a ese mundo y, el sector primario, como se ha dicho en el anterior apartado, también tendría una nueva oportunidad.
En esta misma línea, los que defienden esta legalidad están convencidos de que la propia comunidad científica cuya investigación gira en torno al uso y los efectos del cannabinoides también supondría una oportunidad de crecimiento profesional para ellos. Se aumentaría la investigación y el desarrollo sobre esos componentes y, quién sabe, hallar más propiedades beneficiosas para la salud.
Para finalizar, decir que otro de los retos fundamentales es acabar con las mafias y el tráfico ilegal y sus consecuencias de la marihuana o sus derivados. Porque un acceso del consumidor a productos legales que controlan las administraciones podría acabar con el mercado negro y todo la delincuencia que lleva implícia.