Volverán

Movilización masiva el pasado domingo por la mañana, puesto que hasta dos buses llenó la expedición celeste para alentar al División de Honor Femenino en la hermosa villa La Arboleda, situada en el valle de Trapagaran. Ahí esperaban el Ipar Arriaga alavés y el Sestao River bizkaitarra para pelear por el último billete de la Liga Vasca femenina.

El Antiguoko resolvió a la perfección el primer encuentro contra el Ipar Arriaga. El equipo dominó de principio a fin, generando ocasiones y desplegando un fútbol de alto ritmo, haciendo mucho daño sobre todo por la banda derecha y recibiendo en los cuadrados para acelerar jugadas. Ainhoa fue la gran protagonista del partido al anotar un impresionante hat-trick. Con un control absoluto del juego y generando numerosas situaciones de gol, el conjunto celeste se llevó una contundente victoria por 3-0.  En el segundo partido, el Sestao  River consiguió el mismo resultado (3-0) Ipar Arriaga. Por lo tanto, este resultado dejó todo igualado para un último partido decisivo entre el Sestao y el Antiguoko, donde se definiría el ascenso.

Así pues, el tercer y último partido del triangular fue un duelo muy cerrado entre el Sestao y el conjunto celeste. Ambos equipos mostraron defensas muy sólidas, y aunque el Antiguoko tuvo más acercamientos, no logró concretar ninguna ocasión clara, quitando un acercamiento de Olaia con el posterior rechace y tiro de Ainhoa. Durando cada partido de 45 minutos, tuvieron la sensación de que era poco tiempo para abrir la lata a pesar del  ritmo eléctrico del encuentro. En definitiva, ninguno de los dos fue capaz de implantar el dominio sobre el terreno de juego.

Fruto del 0-0, la tensión se prolongó hasta la tanda de penaltis, puesto que al final fue donde se decidió el ascenso. En los primeros tres lanzamientos, el conjunto celeste acertó todos, mientras que el Sestao River falló dos de tres, poniendo el marcador 3-1 a favor nuestro. Sin embargo, en los siguientes dos lanzamientos, el Antiguoko falló ambos y el Sestao River no perdonó, llevando la tanda a la muerte súbita. En ese momento decisivo, tras errar el penal nosotras, el Sestao River logró anotar y se desató la alegría en su equipo, mientras que la decepción inundó al Antiguoko, que vio escapar el ascenso tras tenerlo al alcance de la mano. La cara más amarga del fútbol, sin ninguna duda. Crueldad máxima.

A pesar del dolor de este desenlace, desde el club celeste quieren destacar la temporada de este equipo, que ha sido histórica. Sólo hace falta ver cómo más de 100 celestes animaban sin parar durante toda la mañana de ayer. Lágrimas de dolor, tristeza, pero hay que sumarle a ello el orgullo por el camino realizado, empezando desde un staff espectacular, trabajador, honrado, comprometido y familiar. Y qué decir de las jugadoras, ejemplo para toda la estructura femenina, luchadoras natas, amigas, compañeras de viaje.

Han competido hasta el último segundo, mostrando un esfuerzo constante y una pelea incansable.  Han sido 34 jornadas llenas de alegrías constantes, y por eso han llegado hasta aquí.  Aunque les duele que la última crónica sea esta, no les cabe duda de que en agosto esta familia, este gran grupo, volverá a intentarlo con más fuerza. Porque el Antiguoko nunca se rinde. Volverán.