Las teorías estratégicas alrededor de la ruleta en vivo

La Real Academia de la Lengua Española define la palabra estrategia como “arte o traza para dirigir un asunto”. Seguramente, esta explicación del término sirva para entender cómo comenzó a ser algo directamente ligado a los juegos desde el inicio de estos. Su naturaleza, más propia de ambientes bélicos, se trasladó a un contexto lúdico donde se sustituyó el deseo irremediable de ganar, por otro que consistía en conseguir la victoria a través de un plan preestablecido.

Con el paso del tiempo, la estrategia ha ido evolucionando a la par que los juegos. Ya sea en la máxima expresión de estos, como podría ser el deporte profesional, o la mínima, como una partida de parchís en familia, todas las personas diseñan un plan en su cabeza para intentar vencer.

Esto ha provocado la creación de grandes teorías alrededor de la estrategia en diferentes ámbitos. Uno de los mundos donde más interesantes resultan es, sin duda, en el de los juegos de azar. Realizar una planificación sobre algo que está determinado, en gran parte, por una variable tan impredecible como la casualidad, parece tremendamente complicado.

Un buen ejemplo de esos juegos de azar son los que existen en los casinos. Sobre algunos de ellos, como la ruleta, se han escrito diferentes y numerosas hipótesis relacionadas con los caminos más rápidos para llegar al éxito.

Las estrategias en la ruleta

Hablamos de un juego muy popular. Ya sea la de toda la vida o la conocida como ruleta en vivo de los casinos online, su dinámica consiste en predecir, antes de que se ponga a girar, en qué número va a caer la bolita que se lanza cuando termine la vuelta. Puede pronosticarse el color, si será par o impar, o, incluso, el dígito exacto.

Alrededor de todo esto se han desarrollado diferentes estrategias que van orientadas a que la persona que juegue pueda conseguir un beneficio que esté por encima de su aportación inicial al juego. A continuación, una lista con algunas de las más conocidas.

Estrategia de Apuesta Plana

Quizá la más simple de todas cuantas hay. Todo se reduce a hacer una aportación de una cantidad X de forma continua en cada partida y, sobre todo, apostando a valores de gana/pierde como los colores o número par/impar. Es una estrategia poco arriesgada y que permite gestionar bien las posibles pérdidas.

Estrategia Martingala

Estamos ante una de las más conocidas y usadas debido, sobre todo, a su practicidad. Consiste en apostar a un color o a si al número va a ser par o impar de forma continua. La aportación, cada vez que se gana, debe de ser de una cantidad X. Sin embargo, cada vez que se produzca una pérdida en la partida, esta X debe multiplicarse por dos de forma exponencial, con el fin de recuperar lo perdido rápidamente.

Estrategia Paroli

Es como la anterior, pero, al contrario, por lo que también se la conoce como la Martingala inversa. En este caso, la apuesta debe ser otra vez a los valores comentados en las dos últimas estrategias. Sin embargo, el principal cambio radica en que debe multiplicarse por dos la aportación inicial siempre que el jugador salga vencedor de la partida. En este caso, el aumento también debe ser exponencial y no debe pararse hasta que se pierda.

Estrategia D’Alembert

Cuenta con muchos seguidores porque es bastante conservadora, lo que aporta mayor seguridad. En este caso, la apuesta puede centrarse en cosas más amplias, como el número exacto donde caerá la bola. Su dinámica es la siguiente: a la aportación inicial X, se le suma una unidad cada vez que la jugada sea ganada (X+1), y se le resta cuando la partida acabe en pérdida (X-1). Como se puede ver, el riesgo es muy bajo.

Estrategia Fibonacci

Vuelve a presentarse otro modelo de juego que, en principio, está orientado a cualquier tipo de pronóstico dentro de la ruleta. En este caso, la primera aportación será de 1. En caso de pérdida, se vuelve a apostar lo mismo. Esto genera una secuencia de números que comenzaría por “1,1”.

La clave de esta forma de jugar es que hay que ir sumando los dos últimos dígitos de la secuencia cada vez que se pierde. Es decir, en la tercera partida, habría que apostar 2 a esa jugada, dejando la secuencia en “1,1,2”. Esto llevaría, en caso de derrota, a tener que apostar 3 en el cuarto intento. Eso sí, cada vez que se gana, se retrocede en dos números de la secuencia para hacer esa suma.

Estrategia James Bond

En este caso, hablamos de grandes aportaciones. Lo que habría que hacer es distribuir en cada partida la apuesta en diferentes zonas de la ruleta, como los números altos, los bajos y el de la casa. Es únicamente para jugadores que puedan soportar grandes riesgos.