Los tipos altos pueden deprimir el crecimiento económico y aumentar el desempleo, según el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Unos tipos más altos significan que es más caro pedir prestado, lo que frena el gasto tanto de los consumidores como de las empresas.
Una economía deprimida puede obligar a las empresas a recortar puestos de trabajo, sobre todo en un sector con mucha mano de obra como el manufacturero y el de servicios.
Y es que mientras la inflación se ralentiza, la economía parece enfriarse. Los analistas creen que la Reserva Federal podría recortar pronto sus tipos para intentar evitar que se pierdan más puestos de trabajo. Si te interesa saber más sobre cómo se desarrolla esto y las posibles ramificaciones económicas, sigue leyendo.
Las preocupaciones de Powell sobre los tipos
La principal preocupación del líder del FOMC es que, si los tipos de interés son demasiado altos durante un periodo prolongado, pueden frenar el crecimiento económico y aumentar el desempleo. Teme que unos tipos persistentemente más altos supongan préstamos más caros tanto para los consumidores como para las empresas. Eso frena la economía, provocando despidos, cuando las personas y las empresas gastan menos porque los préstamos cuestan más.
Al fin y al cabo, los mercados ya están valorando los recortes de tipos para finales de este año. Algunos legisladores piden incluso recortes inmediatos de los tipos de interés para evitar más pérdidas de empleo. De hecho, el propio Powell ha subrayado estos riesgos en muchas ocasiones. Si la Reserva Federal no mueve pronto los tipos, el líder del FOMC cree que podría ser un problema para la economía.
Todo esto es clave para que Powell se centre en los peligros del despliegue de los tipos de interés. Y señala que, aunque es importante luchar contra la inflación, mantener los tipos altos durante demasiado tiempo plantea sus propias amenazas. El truco está en que hay que mantener el equilibrio entre una inflación no demasiado alta y evitar una gran desaceleración de la economía.
Panorama de la salud económica de los países desarrollados
Últimamente, la economía de muchos países como España ha estado demostrando fortaleza en la creación de empleo, pero otros acontecimientos han apuntado a una ralentización de las economías desarrolladas.
En el caso de muchos de los países de la Eurozona, la inflación se ha ido moderando tras los altos repuntes del año pasado, acercándose a los objetivos propuestos por los gobiernos de la zona. Esta es una buena noticia, pues indica que las medidas que se están tomando para frenar la inflación ya están empezando a arraigar.
Pero también es importante reconocer los peligros de incorporar a las expectativas una relajación política retrasada o insuficiente. Si esas medidas no se tomaran a tiempo, la actividad económica podría verse frenada, así como el empleo.
No cabe duda de que, a pesar de la actual resistencia económica, algunos sectores ya están mostrando tensiones. Por ejemplo, tanto la industria como los servicios han experimentado contracciones en los últimos meses en algunas de las economías más desarrolladas del mundo.
Debemos gestionar la resistencia necesaria y a corto plazo de nuestra economía frente a una mayor vulnerabilidad con unos tipos de interés altos y prolongados. Los responsables políticos vigilan de cerca la inflación y los indicadores económicos, intentando mantener el crecimiento sin desencadenar una nueva recesión. El énfasis sigue puesto en un crecimiento estable y constante durante los años venideros.
¿Cómo afectará a España la subida de los tipos de interés en Estados Unidos?
Si te has estado preguntando qué impacto tendrá en nuestro país el reciente aumento de los tipos de interés en Estados Unidos, lo cierto es que es una preocupación compartida por muchos expertos. A raíz de las medidas propuestas por la Reserva Federal, muchos economistas y analistas están discutiendo acerca de las posibles consecuencias de esta acción.
Para empezar, uno tiene que comprender que, dado que el dólar es una moneda predominante en el comercio internacional, cualquier alteración en el mismo sería capaz de afectar además a otros países y otras monedas. España no es una excepción en este caso, y hay varios hechos que necesitan ser tomados en consideración.
En general, la economía española podría ser mencionada como muy dependiente de la economía de Estados Unidos, por lo que un aumento en la tasa del dólar tendría un impacto directo aquí.
Otro aspecto a considerar está relacionado con la inflación. Como las empresas tienen costos más altos de la deuda, es posible que tengan que subir los precios de los productos y servicios para mantener sus beneficios. Es sumamente probable que esta tendencia lleve a un incremento de los precios y reduzca el poder adquisitivo de los consumidores.
Asimismo, un aumento en la tasa de interés podría ser señalado como un aspecto capaz de influir en el mercado laboral. Todo esto hace que los economistas españoles sigan con atención las fluctuaciones de la economía de Estados Unidos y los movimientos de la FED.