Mientras cuatro ultras del Anderlecht están a la espera de pasar a disposición judicial tras ser detenidos por su relación con los incidentes registrados ayer en la grada visitante del Reale Arena, un quinto ha quedado en libertad. Se trata de uno de los dos acusados de atentado con la autoridad.
Durante la primera mitad del partido que enfrento a la Real Sociedad y al Anderlecht, ultras del equipo belga consiguieron romper la valla de seguridad instalada en la grada visitante y arrojaron objetos, entre ellos asientos, a la grada familiar txuri-urdin, que se encuentra justo debajo. Afortunadamente, nadie resultó herido, pero varias de esas familias, incluidos menores, tuvieron que abandonar sus localidades para garantizar su seguridad.