En las próximas semanas la Diputación Foral de Gipuzkoa arrancará las labores de estabilización y rehabilitación de dos viaductos en infraestructuras viarias claves para el territorio: el viaducto de la GI-20, en el barrio donostiarra de Loiola, que cuenta con dos calzadas sobre el río Urumea y, en Andoain, en el viaducto que se encuentra tras el punto kilométrico 444 de la N-I.
«En el caso de ambos viaductos, nos aproximamos al final de ciclo de la vida útil de estas infraestructuras y es necesaria la ejecución de trabajos prioritarios para eliminar posibles riesgos, derivados del propio uso y erosión de las vías», explican desde el ente foral. L
Los trabajos se realizarán con la máxima precaución y se adoptarán medidas preventivas especiales, al tratarse de tramos con mucho tráfico y que son puntos importantes de conexión de comunicaciones.