El proyecto impulsado por el Departamento de Sostenibilidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa ha obtenido la puntuación más alta de todos los proyectos presentados en Euskadi.
La Oficina de Transición energética se ubicará en el nuevo edificio de Naturklima y este año comenzarán los trabajos para que esté diseñada y en funcionamiento a finales de 2023 o principios de 2024.
José Ignacio Asensio: “En Gipuzkoa siempre hemos tenido claro que tenemos que pasar a la acción a través de una planificación de la gestión climática para ver y aprovechar las oportunidades de la transición energética y transmitirlas a la sociedad. Esta subvención es un paso definitivo para asegurar una transición energética sostenible, justa y transparente para toda la ciudadanía guipuzcoana”.
La Oficina de Transición Energética, dirigida al impulso de una nueva cultura energética para Gipuzkoa, ha recibido 559.950,76 euros de los fondos Next Generation del Gobierno de España dentro de su Plan de Recuperación y Resiliencia. Gracias a este proyecto de la Dirección de Transición Ecológica de la Diputación Foral de Gipuzkoa, se continuarán promoviendo las Comunidades Energéticas Ciudadanas que en estos momentos ya se encuentran en fase de puesta en marcha y funcionamiento en más de la mitad del territorio guipuzcoano.
La Oficina de Transición energética se ubicará en el nuevo edificio de Naturklima y este año comenzarán los trabajos para que esté diseñada y en funcionamiento a finales de 2023 o principios de 2024.
El objetivo de las Comunidades Energéticas es fomentar la cultura energética de Gipuzkoa y empoderar a la ciudadanía, acelerando así la transición hacia un nuevo modelo energético de gestión de la demanda y generación distribuida de energía para autoconsumo en base a fuentes renovables y otras tecnologías de apoyo.
A este respecto, el diputado de Sostenibilidad, José Ignacio Asensio, ha señalado que “en Gipuzkoa siempre hemos tenido claro que tenemos que pasar a la acción a través de una planificación de la gestión climática para ver y aprovechar las oportunidades de la transición energética y transmitirlas a la sociedad. Esta subvención es un paso definitivo para asegurar una transición energética sostenible, justa y transparente para toda la ciudadanía guipuzcoana”.
La sociedad guipuzcoana se encuentra inmersa en un largo proceso de descarbonización de todos sus sectores de consumo y de producción en el que la transición energética ocupa un lugar central. El Departamento de Sostenibilidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa lleva impulsando desde hace muchos años un nuevo modelo energético sostenible, situándose como agente de referencia en esta materia a nivel territorial. La Dirección de Transición Ecológica ha intensificado su apuesta por un modelo energético basado en la energía entendida como un bien básico y una jerarquía de acción que conduzca a Gipuzkoa hacia un escenario con una gestión energética eficiente y sostenible con la implementación de las energías renovables.
Las líneas de actuación que contempla la Oficina de Transición Energética de Gipuzkoa se basan en el fomento, impulso y creación de las Comunidades Energéticas entre los ciudadanos, pymes y entidades locales; en el mantenimiento y mejora del servicio territorial de información y asesoría energética para hogares y pequeño comercio; en el desarrollo de contenidos y herramientas para la asesoría técnica, administrativa, jurídica, social y económica y en la información y concienciación en materia energética; en la coordinación con las oficinas de energía comarcales y resto de servicios en materia energética y en el apoyo de todo tipo de proyectos sociales relacionados con la transformación energética, como los hogares en situación de pobreza energética.
Asimismo, se dispondrá de una sala de control de las comunidades energéticas guipuzcoanas donde además de recogerse todos los datos de funcionamiento de las instalaciones, se llevará a cabo su monitorización en tiempo real para garantizar a toda la ciudadanía un servicio público seguro y transparente. Desde esta sala, se monitorizará la productividad de las plantas fotovoltaicas y su contribución al ahorro energético y la reducción de emisiones de CO2. A su vez, recibirá alertas de potenciales problemas técnicos para el buen funcionamiento de las mismas.