Las comparaciones entre las condiciones laborales de los funcionarios y los empleados del sector privado son constantes, y muestran datos muy llamativos. Por ejemplo, se ha demostrado que los funcionarios cobran un 40% más de pensión que los asalariados. De hecho, los jubilados procedente de clases pasivas perciben la segunda más alta del sistema, después de los trabajadores de la minería.
Por otro lado, llama la atención que las cotizaciones de los funcionarios sólo cubren el 30% del coste de sus pensiones de jubilación.