Ante las recientes declaraciones del consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, José María Aierdi, en relación a presuntas irregularidades en el envío de lixiviados a Navarra, Gipuzkoako Hondakinen Kudeaketa desea reafirmar su posición y reiterar que ha operado siempre con total transparencia y legalidad. A su vez, el Gobierno Vasco, como único órgano ambiental competente en la calificación de los residuos, avala la legalidad de las acciones.
En relación a lo expuesto, Gipuzkoako Hondakinen Kudeaketa desea citar textualmente la aclaración realizada por el Gobierno Vasco que respalda todas las actuaciones de GHK: «Nos reafirmamos en la codificación realizada al residuo 19 08 12 producido por GHK y empleada en los contratos de tratamiento suscritos entre GHK y los gestores autorizados Sader (Bizkaia) y Ecofert». «Dicha codificación del residuo se ha realizado de conformidad con las directrices de la Unión Europea». «La correcta codificación de un residuo en origen y el cumplimiento de las características de su codificación como residuo no peligroso no implican automáticamente que sea apto para cualquier uso. Por ello, en el tratamiento de destino se deben establecer controles de aceptación por parte del destinatario que aseguren que, independientemente de su codificación, la composición del residuo recibido es apta para el producto final y su uso«.
Como ya expuso el Gobierno Vasco en dicha aclaración, estos controles de aceptación del tratamiento que realiza Ecofert son responsabilidad exclusiva del Gobierno de Navarra, y, es por ello, que, el control e inspección le corresponden únicamente al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente navarro.
Por último, GHK insiste en que los lixiviados enviados a la planta de Artajona de Navarra no son ecotóxicos, como lo demuestran el origen del tratamiento biológico de los mismos y el análisis realizado. Asimismo, Gipuzkoako Hondakinen Kudeaketa recuerda que los lixiviados recibidos por Ecofert provienen de diversas fuentes y no exclusivamente de Zubieta, y, que, por lo tanto, es erróneo atribuir la toxicidad únicamente a Zubieta.