El accésit ha recaído en un proyecto que trabaja en el diseño de estrategias de enraizamiento y continuidad de las pymes de Gipuzkoa
El rector Juan José Etxeberria ha adelantado que la investigación de Deusto se va focalizar en 4 grandes áreas: ”transformación digital”, “transición ecológica”, “salud, bienestar y cohesión social”, democracias plurales e inclusivas”
La Universidad de Deusto y Banco Santander han entregado hoy, 23 de mayo, los galardones de la XIX edición de los Premios de Investigación Universidad de Deusto-Santander con Impacto Científico y Social. El trabajo de investigación “Perspectiva de género en adicciones comportamentales” ha obtenido el primer premio, mientras que el accésit se ha concedido al “Diagnóstico y estrategias de sucesión de las Pymes de Gipuzkoa para garantizar la generación de riqueza sostenible en el territorio (DESUGI)”. El galardón cuenta con el respaldo del Banco Santander, a través de Santander Universidades.
Santander mantiene una colaboración estable con la Universidad de Deusto a través de Santander Universidades desde el año 2004 para impulsar distintas iniciativas académicas con el objetivo de colaborar en el progreso tanto del alumnado como del personal docente e investigador. Así, apoya, entre otras actividades, programas de becas de movilidad internacional, la labor investigadora a través del Premio Universidad de Deusto- Santander y el emprendimiento universitario con proyectos como “creaction!”.
Focalización de la investigación
El rector de la Universidad de Deusto, Juan José Etxeberria ha recordado y agradecido la colaboración del Santander con estos premios que ayudan a “destacar proyectos de investigación que, además de calidad científica, contribuyen al bienestar de la sociedad”. Y es que, en las últimas décadas, la preocupación por el impacto social de la investigación ha cobrado importancia en el mundo universitario. “En nuestra universidad está seriamente comprometidos con poner el conocimiento al servicio de la sociedad” ha señalado el rector y, en este sentido, ha adelantado que el centro académico va a trabajar en un doble proceso.
Por un lado, focalizando la investigación en cuatro grandes áreas: “transformación digital”, “transición ecológica”, “salud, bienestar y cohesión social”, y “democracias plurales e inclusivas”. Estos focos recogen crisis históricas donde ser juega el futuro de la sociedad y los ecosistemas. De esta manera, se quiere, según Juan José Etxeberria, fortalecer la investigación para mejorar su calidad e impacto social, identificar temas en los que el aporte de Deusto sea significativo, fomentar la colaboración entre equipos, generar nuevas oportunidades formativas y alinear la actividad investigadora con la RIS3 Euskadi, el Plan Vasco de Ciencia y Tecnología, las preferencias apostólicas de la Compañía de Jesús, las prioridades de la Comisión Europea, y la Agenda 2030.
Además, Deusto aspira a poner en el centro a las personas, promoviendo un enfoque interdisciplinar y colaborando con los distintos actores sociales, económicos y políticos. Queremos que nuestro conocimiento impulse la innovación y el emprendimiento para maximizar el impacto de nuestras actividades.
Paralelamente, la Universidad está expandiendo su proyección internacional, avanzando en colaboraciones dentro de la Alianza de Universidades Europeas (UNIC), que está desarrollando un modelo de “Engaged Research” que enraiza la investigación en el territorio, abordando su necesidades y potencialidades, y que fomenta la cooperación con otros agentes. Una apuesta que Deusto tiene la suerte de poder acometer activamente ya que en la universidad “la investigación con impacto social tiene un recorrido importante, como lo demuestran los trabajos premiados en nuestra última edición del premio”.
Dos trabajos de investigación que se centran en temáticas especialmente relevantes socialmente como son la incorporación de la perspectiva de género en la detención e intervención en la adicción sin sustancia o sobre el importante papel de las empresas familiares y pymes en Gipuzkoa para crear riqueza sostenible en el territorio”. Unos estudios que, además de su labor de investigación, “dan pasos firmes hacia la acción y transformación social «, puntualiza. Discurso íntegro.
Por su parte, el presidente de Santander-Universidades, Matías Rodríguez Inciarte ha señalado que «apoyar a las universidades es la forma que consideramos más inteligente de contribuir al desarrollo de la sociedad. Porque estamos convencidos de que los grandes problemas a los que se enfrenta la sociedad actual (sociales, medioambientales, demográficos, económicos…) sólo encontrarán respuesta desde la universidad, desde la ciencia y desde la investigación».
En el acto también ha participado el vicerrector de Investigación y Relaciones Internacionales, Javier Arellano, y por parte del Banco Santander: Matías Rodríguez Inciarte, Presidente de Santander Universidades, Carlos Prieto, director territorial del País Vasco; Miriam Gil, directora de Convenios y Mecenazgo de Santander Universidades y Silvia Santamaría, directora de la sucursal del Santander en la Universidad de Deusto.
Adicciones de hombres y mujeres
En la actualidad, sabemos que las adicciones afectan tanto a mujeres como hombres, aunque tradicionalmente se han considera propias del ocio masculino. Es por ello que cuando hablamos de este trastorno, en muchas ocasiones, nos referimos a un modelo androcéntrico sobre el que comparar al resto, sin reparar que podría haber muchos factores diferenciales entre ambos sexos. El proyecto de investigación “Perspectiva de género en las adicciones comportamentales”, dirigido por Ana Isabel Estévez, profundiza sobre este fenómeno ya que son cada vez más los estudios que apuntan a que ambos sexos no presentan las mismas características ni manifestaciones clínicas.
Tradicionalmente, el concepto de adicción contemplaba la dependencia inducida por el consumo de sustancias. En los últimos años, se ha reconocido que existen ciertas conductas que podrían convertirse en adictivas e interferir gravemente en la vida de las personas tales como: la adicción al juego, a los videojuegos, a Internet, a las redes sociales, al móvil, la dependencia emocional, la compra compulsiva, entre otras. Estas llamadas adicciones comportamentales presentan analogía con las adicciones a sustancias, siendo la característica esencial la incapacidad para resistir el impulso de realizar una conducta que causa un malestar clínicamente significativo y que acarrea consecuencias negativas tanto para la propia persona como para su entorno.
Entre las adicciones comportamentales, el trastorno al juego ha sido el primero en ser reconocido en la 5º edición del “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales” (DSM-5; APA, 2013). También la 11ªedición de la Clasificación Internacional enfermedades (CIE-11; OMS, 2019) ha aceptado la adicción a los videojuegos como adicción comportamental. No obstante, los estudios sobre estas adiciones comportamentales todavía son extremadamente limitados. Más aún, los que exploran las características de las mujeres con problemáticas adictivas. Es un hecho que las diferencias entre ambos sexos son resultado de la combinación de elementos biológicos, psicológicas y sociales, por lo que incorporar la perspectiva de género en la detección e intervención de este trastorno es clave.
Los componentes del equipo de investigación son, además de su directora Ana Isabel Estévez, Paula Jauregui, Laura Macía, Janire Momeñe, Nerea Etxaburu, Milena López e Itziar Gandarias.
La continuidad de las pymes en Gipuzkoa
Poner en valor el importante papel que pueden jugar las pymes de Gipuzkoa para la generación de riqueza sostenible en el territorio es el objetivo del trabajo “Diagnóstico y estrategias de sucesión de las Pymes de Gipuzkoa para garantizar la generación de riqueza sostenible en el territorio (DESUGI)”. El estudio parte de la incuestionable importancia de estas pequeñas y medianas empresas, que caracterizan el tejido empresarial gipuzkoano, así como de su impacto en el territorio, tanto en el ámbito económico, como en lo social y medioambiental. En este sentido, las pymes son fuente de generación de riqueza en si mismas lo que permite el desarrollo de un espacio competitivo, sostenible y socialmente avanzado.
A pesar de su importancia, la investigación constata que es muy poco lo que sabemos de estas empresas. Son empresas cuya diversidad es alta y así se pueden encontrar grandes multinacionales extranjeras que operan en el entorno; otras que responden a la cultura cooperativa; y también algunas empresas familiares que, tras haber alcanzado un cierto tamaño y exposición internacional, en muchos casos, articulan su proyecto empresarial al territorio a través de una red de pymes de Gipuzkoa.
A ello hay que añadir, que a veces, tras una primera generación emprendedora, las pymes se encuentran en un cambio generacional que conlleva alta vulnerabilidad y riesgo de continuidad. También, hay algunas que por su alta competitividad son especialmente atractivas para inversores externos, lo cual puede provocar el desenraizamiento y, por ende, un fuerte perjuicio para el territorio a medio y largo plazo.
En este sentido, el estudio tiene dos propósitos principales. Por un lado, diagnosticar el riesgo de desenraizamiento o no continuidad en el territorio (riesgo de venta, cierre o sucesión) y su impacto. Y por otro, plantear una primera batería de estrategias de transmisión, tanto para pymes familiares como no familiares, con el fin de retener el poder de decisión en el territorio y garantizar con ello la continuidad de la generación de riqueza, a través de transmisiones y comportamientos empresariales que garanticen la sostenibilidad de los negocios.
El equipo DESUGI está formado por Cristina Aragón (directora), Cristina Iturrioz e Itziar Navarro.