Partido de alto nivel el que se pudo ver en las Instalaciones de Lezama el domingo por la mañana, donde el equipo de Unai Gazpio se enfrentó al Athletic de Bilbao en los octavos de final de la Copa Vasca Juvenil. Los 120 minutos tuvieron de todo y fueron los bilbaínos los que se llevaron la victoria en el último minuto de la prórroga.
Empezó de maravilla el equipo celeste, con menos posesión de lo habitual pero desarrollando a la perfección el planteamiento desarrollado por el staff. Partiendo de un 4-4-2 rígido vimos una gran defensa zonal y ataques rápidos y efectivos por parte de los nuestros. Fruto de ello, lograron adelantarse 0-2 en el marcador por medio de un cabezazo de Castillo y con un gol de Recalde, éste último por una presión alta y fuerte del equipo en la zona de iniciación bilbotarra. El Athletic también creó sus ocasiones, sobre todo por jugadas surgidas desde la banda izquierda. De allí vinieron los dos goles, en apenas un minuto y justo antes del descanso. Un duro golpe para los celestes que se fueron al descanso con el 2-2.
Las sensaciones, sin embargo, eran espectaculares, ya que el equipo estaba demostrando su nivel más competitivo en ese contexto complicado. En la segunda parte los leones tuvieron más balón, pero no crearon muchas ocasiones claras fruto de la solidez defensiva y el gran trabajo de Alain. Además, el equipo celeste fue capaz de crear ocasiones en algunas transiciones. Sin embargo, para el minuto 90 no se movió en el marcador y con el empate hubo que jugar los 30 minutos de la prórroga. El equipo demostró mucha personalidad y aguantó el empate a la perfección en ese tiempo, sabiendo que incluso llegar a los penaltis era una buena oportunidad; el devenir del partido lo afrontaron de maravilla físicamente todos los integrantes de la plantilla, sin duda. Cuando todo estaba encaminado a la lotería de los penaltis, en el último minuto el Athletic logró marcar desde un centro desde la banda derecha.
Con este duro final pero con mucho orgullo se despidieron el staff y los jugadores para decir adiós a una temporada que ha sido realmente bella y especial.