La Diputación Foral de Bizkaia ha lanzado una nueva convocatoria pública de subvenciones, dotada con 1.095.680 euros, para entidades sin ánimo de lucro que desarrollen acciones destinadas a la atención e inclusión social de personas con discapacidad residentes en Bizkaia durante 2025.
Estas ayudas forman parte de los más de 101 millones de euros que el Departamento de Acción Social destinará este año al ámbito de la discapacidad. Con ellas, la Diputación refuerza su compromiso con la construcción de un territorio inclusivo, promoviendo la autonomía, la participación y la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus familias.
Áreas de actuación prioritarias
Las subvenciones están dirigidas a entidades y asociaciones constituidas por personas con discapacidad y/o sus familias, y apoyan actividades clave como:
- Programas de actividad asociativa: mantenimiento de las estructuras necesarias para que las entidades puedan llevar a cabo sus proyectos.
- Ocio y tiempo libre: promoción de actividades que faciliten el acceso al ocio y fomenten la inclusión.
- Sensibilización y divulgación: iniciativas para informar y concienciar a la sociedad sobre las realidades de las personas con discapacidad, promoviendo su normalización.
- Intervención y apoyo especializado: programas liderados por profesionales para potenciar el desarrollo personal y social de las personas con discapacidad.
- Promoción cultural: formación no reglada orientada a la promoción humana y cultural.
El plazo de presentación de solicitudes para las subvenciones destinadas a la atención e integración social de las personas con discapacidad para el año 2025 estará abierto entre el 20 de enero y el 31 de marzo.
Un compromiso con la vida activa y autónoma en comunidad
Esta línea de subvenciones está alineada con el Plan para la Participación y Calidad de Vida de las Personas con Discapacidad, diseñado conjuntamente entre la Diputación y las asociaciones del sector. El Plan persigue crear condiciones que permitan a las personas con discapacidad alcanzar su máxima autonomía personal, participar activamente en la comunidad y prevenir situaciones de dependencia. Asimismo, impulsa transiciones hacia una vida independiente, apoyadas por redes personalizadas
