Juan Cruz Mendizabal participó en marzo en unas jornadas de ejercicios espirituales celebradas en Álava durante una semana, para ello obtuvo permiso y levantamiento de reclusión por parte del Obispo José Ignacio Munilla.
El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, levantó durante una semana la reclusión a la que la propia Iglesia había sometido a Juan Kruz Mendizabal, Kakux, como castigo por los abusos sexuales que reconoció haber sometido a dos menores y por los que el tribunal eclesiástico lo había condenado.
Después se tendría conocimiento de otros casos de abuso cometidos por este sacerdote y se hicieron públicas otras dos denuncias. En total hasta cuatro casos entre 1994 y 2005. La Fiscalía se vio obligada a archivar las diligencias porque los delitos han prescrito, pero los tribunales de la Iglesia lo condenaros por los dos primeros casos y lo recluyeron en un monasterio.
Este mes de marzo, sin embargo, con la orden del obispado donostiarra, ha podido disfrutar de un permiso para viajar hasta Egino donde ha acudido, entre los días 19 y 24 de marzo, a los ejercicios espirituales en la Casa de Oración Haitzur de las Mercedarias de la Caridad, dirigidos por el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde.
El obispado de San Sebastián explica que estos ejercicios espirituales «forman parte de la vida sacerdotal» y que «no son unas vacaciones». Aseguran además que Mendizábal volvió al monasterio al terminar las jornadas de Vitoria.
Estas mismas fuentes de la diócesis guipuzcoana confían en que la oración y la introspección de este tipo de ejercicios le hayan sido provechosas a Mendizabal.