La directora de Convivencia Maribel Vaquero ha anunciado que se ha abierto la convocatoria de ayudas en memoria histórica, dotada de 132.000 euros.
Trabajar e investigar la memoria histórica, sacar a la luz la verdad y transmitirla a las nuevas generaciones, “para que nuestra juventud conozca la historia de nuestro pueblo”. Estas son las prioridades de la Diputación Foral de Gipuzkoa en materia de memoria histórica, según ha explicado la directora foral de Convivencia y Derechos Humanos, Maribel Vaquero.
La Directora foral ha presentado la convocatoria de ayudas para proyectos de memoria histórica, dotada de 132.000 euros.
La convocatoria estará abierta hasta el 15 de mayo. Se divide en dos líneas principales: por un lado, la convocatoria para los ayuntamientos, dotada de 50.000 euros, y por la otra, la destinada a asociaciones memorialistas, que asciende a 82.200 euros.
Según ha explicado, el pasado año se presentaron 12 consistorios, 15 ayuntamientos en total (cuatro de ellos presentaron un proyecto compartido). En el caso de las asociaciones memorialistas, se adjudicaron ayudas para 21 proyectos, sobre todo en los ámbitos de investigación y transmisión.
Entre estos 21 proyectos está Orbel Haizea. Este programa lo puso en marcha el Ayuntamiento de Irun en 2012 y desde el principio ha estado subvencionado por la Diputación Foral de Gipuzkoa. Entre los objetivos del programa se encuentran el de recuperar la memoria histórica a través del relato de personas mayores. “Trabajamos sobre campos de concentración, y en especial sobre el campo de Gurs. Queremos transmitir a las generaciones más jóvenes los episodios de violaciones de los derechos humanos durante el franquismo mediante testimonios directos de personas que vivieron la época de la Guerra Civil y la dictadura”, ha explicado Igone Virto, directora del área de Bienestar Social, Educación y Juventud del consistorio irundarra.
“Durante una primera fase los jóvenes tienen la oportunidad de conocer testimonios de gente que conoció en primera persona la Guerra Civil y la dictadura. En una segunda fase, se viaja a Gurs donde conocen in situ el campo de concentración”, ha añadido Virto. “La investigación y la transmisión es imprescindible para nosotros y nosotras. Creemos que para conocer la historia de nuestro pueblo es necesario realizar una investigación histórica y política”, ha apoyado por su parte Maribel Vaquero, directora de Convivencia y Derechos Humanos.
La mujer y la memoria
La directora Vaquero ha explicado que los temas con los que más se ha trabajado hasta ahora han sido las víctimas del franquismo, la época de la guerra y el franquismo. Las cuestiones que menos se han tratado, mientras tanto, han sido la mujer, el euskera, el exilio y las batallas navales. “Por eso, hemos procurado incidir en estos temas en las convocatorias y los proyectos que hemos subvencionado”, ha subrayado la directora de Convivencia y Derechos Humanos. “Si queremos que la memoria sea completa, debemos recoger la memoria histórica al completo, incluyendo las voces de los y las olvidadas”.
Desde el 2015 se ha trabajado para combatir esa carencia. Por un lado, en las líneas de ayuda, se ha pedido específicamente tener en cuenta el papel de la mujer. Uno de los resultados de ello es que seis de los 21 proyectos que presentaron las asociaciones en 2016 versaban sobre la mujer. Y por otro lado, se han subvencionado proyectos que integran directamente la perspectiva de la mujer, tales como la exposición Emeek emana y el recién presentado documental Ama nora zoaz?. En ambos casos se recogen experiencias vividas en primera persona por las mujeres.