Iván V. M., vecino de Amurrio, mantiene desde hace ya una semana una huelga de hambre que asegura será indefinida hasta que logre la custodia de su hijo de cuatro años.
Iván, que ha anunciado que dará una rueda de prensa mañana viernes para explicar la situación de peligro en la que se encuentra su hijo, ha relatado que su acción de protesta busca que se conceda la custodia del menor ante un caso de maltrato al menor por parte de su madre.
Este padre relata que a mediados de junio, el día 15, su mujer y madre del pequeño le interpuso una denuncia por violencia psíquica ejercida contra ella y el hijo de ambos. Según Ivan, esta denuncia fue presentada ante su negativa a seguir consintiendo una situación de maltrato físico y psíquico al que, asegura, su esposa estaba sometiendo a su hijo durante los últimos diez meses.
El 16 de junio, Ivan presentó una denuncia contra su esposa en el Juzgado de Amurrio. Como consecuencia, su mujer, funcionaria del Ayuntamiento de esta localidad, fue sometida a un examen forense que, según el denunciante, “no superó”. “¿Cómo es posible que la justicia mantenga la custodia de un hijo a una mujer denunciada por maltrato y que no supera las pruebas?”, se pregunta este hombre.
Afirmó que su esposa incluso llegó a amenazarle con matar al pequeño asfixiándole con una almohada si volvía a llegar tarde por la noche al domicilio familiar.
Iván ha pedido que a él mismo, como denunciado, se le someta a las mismas pruebas que su mujer. Las pruebas han quedado pendientes para realizarse el 20 de septiembre, y hasta entonces no podrá volver a ver a su hijo por las medidas cautelares aplicadas.
Ivan asegura tener miedo por la integridad de su hijo y ha iniciado esta protesta en el local que regenta en Amurrio. Asegura que la situación de maltrato al que está sometido el niño se prolonga desde hace tiempo, se considera “cobarde” y “cómplice” por no haber denunciado antes la situación dejándose llevar por el deseo de no “destrozar el hogar”.
Ahora este padre critica que aplicadas las medidas cautelares, tras la primera denuncia interpuesta por su mujer, no se le permita ver a su hijo que sufre diabetes y que hasta septiembre no se haga nada para proteger al menor debido a la paralización vacacional del juzgado.