La Real ya está en dieciseisavos, pero… (1-3)

Imagen UEL

La Real termina con una sensación muy mala la fase de grupos de la Europa League. Fue derrotada por 1-3 en un día donde aún tenía opciones de ser primera de grupo. Llegó a empatar el gol inicial del Zenit, pero ya abatido, los rusos aprovecharon los fallos locales para llevarse el partido. Los seguidores rusos quisieron dejar huella de que estuvieron en Anoeta, encendiendo bengalas y enfrentándose a los seguidores realistas.

Como en las noches grandes, la grada recibía al equipo con un enorme mosaico que estuvo presente hasta el pitido inicial. Desde entonces, la Real era quien quería llevar el mando del partido, y así, ganar y finalizar la fase de grupos en primer lugar. Tal fue el dominio que todas las ocasiones de la primera parte fueron creadas por la Real. Y en la primera llegada con peligro de los rusos, el Zenit logró irse con ventaja al descanso.

Los de Eusebio Sacristán crearon más peligro aprovechando los rechaces antes que las jugadas propias. Primero, Illarra, al cuarto de hora, recibió situándose en la frontal el balón tras el despeje de la zaga. El mutrikuarra sacó a lucir su zurda y el cancerbero visitante tuvo que moverse para evitar el primero de la Real. El disparo iba pegado al palo.

Más tarde, Odriozola colgó un balón desde la banda derecha, siendo desviado por la zaga. En la banda opuesta, Kevin se encontraba en posición para rematar. No tuvo ningún inconveniente para chutar, pero su fuerte disparo se fue directamente a la lona. Y segundos después, se repitió la jugada: centro de Odriozola, despeja la zaga y Kevin aprovecha el rechace. Esta vez, también, en balón no cruzó la línea de la portería de Lodygin.

Y cuando la Real era la merecedora de ir por delante en el marcador, el Zenit abrió el marcador en el 35′. Salieron los rusos a la contra, y Kokorin, tras superar a Iñigo, chutó a puerta. Rulli no pudo blocar el balón y Erokhin, que llegaba solo en carrera, se benefició del balón muerto y adelantó al Zenit rematando a placer.

Al filo del descanso, Oyarzabal se echó en plancha para rematar un centro y el balón se estrelló en el palo.

El gol de Willian José no valió para nada

Se veía que tras la reanudación la Real quería ver puerta cuanto antes. Lo consiguió al casi cuarto de hora del segundo tiempo. Januzaj, que estaba siendo el mejor, dejó helado al rival con su reverso y cedió al balón a Willian José cerca de la línea de fondo, que remató a puerta con alguna que otra dificultad, pero el balón cruzó la línea de fondo. Al poco rato, Kevin, junto a Smolnikov, tuvieron que dejar el campo lesionados.

Y cuando parecía que la Real cada vez iba a ir a más, llegó ese típico gol que hunde el ánimo del equipo rival. Kuzyayev colgó un balón al área tras un no buen despeje de Rulli, e Illarra, que estaba rompiendo el fuera de juego, permitió a Ivanovic rematar sin molestia alguna. El serbio anotó el segundo de la noche con una chilena ajustada al palo.

Con el paso de los minutos se les veía a los jugadores donostiarras que cada vez les pesaban más los pies, siendo nulos tanto en ataque y en defensa. El partido se llegó a parar y todo por el espectáculo (nótese la ironía) que estaban dando los seguidores rusos en la grada. Llegaron a encender bengalas y a enfrentarse a los aficionados realistas que se encontraban a escasos metros de ellos. Todo esto llegó a calmarse con la presencia de la policía en la zona.

Y cuando los espectadores tenían la mirada en la zona visitante antes que en el campo, llegó el tercero del Zenit. Paredes hizo lo que quiso dentro del área de la Real, y tras engañar varias veces a los defensores realistas, batió por bajo a Rulli sentenciando el partido en el 85′.

Pues así, con el 1-3, concluyó la fase de grupos de la Europa League con el Zenit en el primer puesto y la Real en el segundo. Hasta el último partido tenían opciones los vascos para acabar esta fase primeros, pero el hecho de dar (otra vez) una mala imagen hizo que los de Eusebio salieran derrotados.