Los once vecinos de Pasaia desalojados ayer tras el corrimiento de tierras en una ladera en la calle Azkuene han podido volver a sus casas, ya que dos arquitectos han constatado que no existe riesgo de derrumbe.
Además, al tratarse de una finca privada los vecinos deberán encargarse de construir un muro de contención como protección ante eventuales movimientos de tierra.