La Fiscalía de Gipuzkoa pide dos años de prisión para cada uno de los seis acusados, tres técnicos municipales y tres responsables de diversas empresas, de la muerte del joven de 20 años Mikel Arzak, quien murió en el Paseo Nuevo de Donostia el 7 de agosto de 2013 al ser golpeado en la cabeza por una roca desprendida del monte Urgull.
Los procesados son el director del departamento de Infraestructuras y Servicios Urbanos del Ayuntamiento; el responsable de Proyectos de Obras del consistorio, y un ingeniero técnico municipal, así como el coordinador de Seguridad y Salud Laboral de la obra; la técnico de Prevención de Riesgos Laborales, y el gerente de la compañía encargada de los trabajos.
El escrito de acusación provisional del Ministerio Público considera a todos ellos responsables de un delito de homicidio por imprudencia grave, por el que reclama dos años de reclusión para cada uno y que sean inhabilitados para el ejercicio de su profesión durante tres años.
Solicita también que, por la vía de responsabilidad civil, sean condenados a indemnizar «conjunta y solidariamente» a los padres del fallecido con 200.000 euros y que se declare la responsabilidad subsidiaria del Ayuntamiento de Donostia, así como de la empresa encargada de la estabilización de la ladera del monte Urgull y la que se ocupaba de la coordinación de la seguridad cuando se produjo el accidente.