Mikel Merino no podía ocultar su alegría al ser presentado como jugador de la Real. Siempre tuvo en su rostro una sonrisa y en la rueda de prensa también ocurrió lo mismo. Se le veía ilusionado en este nuevo barco en el que acaba de embarcar. «Es bonito estar aquí porque me siento como en casa, estoy cerca de la familia. Creo que es el sitio idóneo para mí para crecer y con el que más me siento reflejado. Si hay que elegir con qué me siento identificado, es la Real», añadió el navarro.
Por otra parte, explicó cuáles eran sus razones para recalar en Donostia: «No es por el tema de sentirme en casa, sino que por un tema futbolístico. No he venido para sentirme como en casa. Es un proyecto ilusionante, se pueden hacer cosas bonitas. Creceré como futbolista y como persona», recalcó. Además, destacó que «tenía ambición por volver a la liga española».
Este fichaje se alargó más de lo normal y había aficionados que temían el fichaje de Merino. Él, en cambio, afirmó que siempre estaba tranquilo y que su padre le ayudó a llevar el tema bien. «El fútbol es así, a veces se alargan las cosas. Estoy donde quería estar», destacó.
Al ser preguntado sobre cuál es su puesto ideal, Merino intentó quitar hierro al asunto y dijo que «lo importante es jugar». Añadió que, si pudiera elegir, «elegiría el puesto de mediocentro», y detalló que «si puedo estar por delante de otro, mejor». Además, recordó que ya ha jugado como central y que rindió bien, cosa que Asier Garitano debería tener en cuenta.
Respecto a su estancia en Alemania e Inglaterra, que no fueron del todo satisfactorias, dijo que el hecho de no cuajar «son circunstancias». Comentó que no tuvo todos los minutos que necesitaba, aunque destacó que han sido «experiencias geniales» y que les está «muy agradecido».
Para finalizar la rueda de prensa, deseó estar en forma cuanto antes. «Voy a empezar con el equipo ya y si el cuerpo no me aguanta hablaré con el cuerpo técnico. Quiero coger el ritmo cuanto antes», concluyó Merino.