Según las conclusiones obtenidas de una investigación realizada por expertos de la Universidad de Guelph (Canadá), no hay suficientes frutas y verduras para que todo el mundo siga una dieta saludable. Los investigadores comentan que se producen en exceso granos, grasas y azúcares, en cambio, la producción de frutas y verduras es limitada, siendo insuficiente para poder abastecer a toda la población mundial.
En la investigación se calculó la cantidad de raciones por persona de cada grupo de alimentos según la guía Healthy Eating Plate elaborada por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), guía que recomienda que el 50% de la dieta contenga frutas y verduras, un 25% de granos enteros y un 25% de grasas, proteínas y lácteos. Paralelamente, los investigadores calcularon la cantidad de tierra que actualmente se utiliza en la agricultura y la cantidad que se necesitaría para cumplir con las recomendaciones nutricionales de la guía.
El siguiente paso fue trasladar las cifras obtenidas al año 2050, fecha en la que se calcula que la población mundial alcanzará los 9.800 millones de personas. Según los resultados, actualmente se producen 12 raciones de grano por persona en vez de las ocho recomendadas, cinco raciones de frutas y verduras en vez de las 15 que se recomiendan, tres raciones de aceites y grasas en vez de una, tres raciones de proteína en vez de cinco, y cuatro raciones de azúcar en vez de ninguna.
Según la investigación, es obvio que lo que se está produciendo a nivel mundial no es lo que en realidad se debería producirsi nos basamos en las recomendaciones alimentarias de los nutricionistas, claro, que existen razones para ello. Por ejemplo, los países en vías de desarrollo se centran especialmente en la producción de grano, ya que se trata de un alimento relativamente fácil de producir con el que se puede alimentar a muchas personas. Los países desarrollados han subsidiado la producción de granos y de maíz durante décadas para volverse autosuficientes, estableciendo un liderazgo global en su producción, a su vez, son los que más han gastado en investigación e innovación en este tipo de cultivos que en la producción de frutas y verduras.
A esto se suma que existe un gran apetito por los productos ricos en azúcar, grasas o sal, por lo que se conjugan una serie de factores que han dado lugar a un sistema productivo mundial centrado en este tipo de alimentos. En la investigación se determinó que adoptar una dieta más saludable no es sólo bueno para los seres humanos, también lo es para el planeta, asegurando que se cambia a una dieta más saludable, se reduciría la cantidad de tierra que se necesita para alimentar a la población. Según los cálculos, se necesitarían 50 millones de hectáreas menos de tierra cultivable con una dieta según las pautas de la guía Healthy Eating Plate, ya que frutas y vegetales necesita menos tierra que la producción de granos, grasas o azúcares.
Merece la pena recordar que según un informe del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), es necesario realizar cambios importantes en la producción alimentaria si se quiere alimentar a la creciente población mundial. En el informe se propone reducir el consumo de carne y productos lácteos, reducir el desperdicio alimentario e incrementar el consumo de alimentos vegetales, apuntando que, si en Europa, América del Norte y Oceanía se redujera el consumo de carne en un 25% y el desperdicio alimentario en un 20%, se ahorrarían unos 319 millones de hectáreas de terreno cultivable.
Sería necesario reducir el consumo de carne y la industria agroalimentaria debería producir más proteína vegetal, si no se realizan cambios para alimentar a la población en 2050 se necesitarán 12 millones de hectáreas más de tierra cultivable y, al menos, mil millones de hectáreas de tierras para pastos. Los expertos comentan que alimentar a las próximas generaciones es uno de los desafíos más urgentes a los que se enfrenta este siglo, para la población en crecimiento, los cálculos sugieren que el único modo de seguir una dieta equilibrada, ahorrar tierra y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, es consumiendo más frutas y verduras, así como proteínas de origen vegetal.
Es decir, son las mismas conclusiones a las que se han llegado en otros estudios, pero con la particularidad de haber tomado como referencia la guía nutricional comentada y haber calculado cuánta fruta, verdura y proteína vegetal se necesitaría para alimentar a todo el mundo con una dieta sana y equilibrada. Claro, que en esta investigación faltan muchas variables, por ejemplo, no se ha mencionado el tema del desperdicio de alimentos, recordemos que en Europa se desperdician miles de millones de kilos de frutas y verduras al año. Seguramente los datos de este estudio habrían variado si se tienen en cuenta variables como la mencionada, pero en todo caso, se llega a la misma conclusión que han llegado otros muchos estudios, reducir el consumo de carne es prioritario para poder alimentar a una población creciente.