El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha avalado la indemnización de 141.000 euros que la compañía Cominter Tisu debe abonar a la viuda y los hijos de un trabajador guipuzcoano fallecido por un cáncer pulmonar derivado del amianto.
Según ha informado la Asociación de Víctimas del Amianto en el País Vasco (Asviamie), además de esta compensación económica, la empresa deberá pagar también las costas del proceso judicial.
El operario falleció el 20 de junio de 2017, después de trabajar entre 1962 y 1993 en Gureola Scott como mecánico de mantenimiento en la reparación de tuberías de calorifugado y de una caldera de vapor, forrados con amianto. Asimismo, el trabajador también cambiaba las placas de la fibra cancerígena en la campana de la máquina de papel, reparaba y sustituía las zapatas de freno y cambiar las juntas de cartón, además de cortar y colocar placas en la cubierta.
Según Asviamie, el afectado desarrolló estas funciones «con total desconocimiento del riesgo, limpiando con la escoba el puesto de trabajo y llevando la ropa de trabajo al domicilio para su lavado», mientras que «la empresa no le informó del riesgo cancerígeno, no le proporcionó protección respiratoria, ni le practicó reconocimientos médicos específicos entre otras infracciones empresariales».
Asviamie informa que aunque Cominter Tisu, no reconoce ser la sucesora de Gureola Scott, contrató durante 2014 y 2015 a 30 trabajadores, de los que 24 procedían de esta empresa concursada.