Ha pasado media Itzulia y Maximilian Schachmann sigue sin despegarse del maillot amarillo que consiguió en la primera etapa tras ser el más rápido en el contrarreloj de Zumarraga-Zumarraga. El de Berlín lleva dos triunfos en tres días y mantiene el liderato, pero advierte de la dificultad de mantenerlo hasta el final.
El final de la tercera etapa fue muy accidentado. A falta de cinco kilómetros para el final hombres como Julian Alaphilippe o Enric Mas besaron suelo y por consiguiente perdieron tiempo respecto al alemán. De todos los gallos el peor parado fue el francés del Deceuninck-Quick Step, que llegó 12 minutos más tarde y pierde todas sus opciones de hacerse con la general final, si los tuviera. De esta manera vivió Schachmann la caída: «La verdad es que no he visto la caída, solo la he escuchado. En ese momento estaba protegido, iba detrás de mi compañero Jay McCarthy. Íbamos rodando entre los primeros de grupo, y por suerte hemos podido evitar la caída. Solo espero que ninguno de los corredores implicados haya sufrido lesiones graves».
Por otra parte, al preguntarle sobre si será posible mantener el maillot de líder hasta la prueba final, el alemán ve de esta manera su situación: «Es una buena pregunta. La verdad es que en los dos últimos días me he sentido muy bien, pero también soy consciente de que me estoy enfrentando a los mejores escaladores del mundo y no va a ser nada fácil defender este maillot. En cualquier caso, siento que tenemos un equipo muy fuerte y vamos a pelear por ello».