El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha condenado a Osakidetza a indemnizar con más de 203.000 euros a una paciente que sufre una cojera permanente desde que se le suministró una inyección intramuscular en el glúteo.
En el proceso, la paciente, de 31 años, sostuvo que en noviembre de 2013 le fue suministrado en un centro de salud de Osakidetza una inyección de Nolotil intramuscular en el glúteo de forma incorrecta, lo que le provocó «una neuropatía del nervio ciático que la ha llevado al reconocimiento de una incapacidad permanente y total y a padecer importantes déficits funcionales», así como dolor crónico. La mujer debe andar con muletas y tiene una cicatriz a raíz de una intervención posterior a la que tuvo que someterse en mayo de 2016.
La sentencia del juzgado de Vitoria ahora confirmada por el TSJPV señala que «resulta coherente» que «exista una relación entre la inyección y las consecuencias posteriores».