Sigue la mala racha de los de Eusebio Sacristán, con una derrota 0-1 en Anoeta ante las Las Palmas en un partido que ha tenido intensidad pero donde los guipuzcoanos apenas han podido crear ocasiones de peligro. La temporada avanza y la Real se queda sin objetivos claros, en mitad de tabla, en una temporada donde las aspiraciones eran muy altas dada la gran calidad de la plantilla actual.
Habrá que seguir peleando pero las sensaciones de los últimos partidos no son buenas.. Tras la victoria en San Mamés el equipo sigue sin rumbo fijo y con falta de estilo de juego definido. Ahora viene un parón liguero donde los guipuzcoanos deberán reflexionar sobre el juego ofrecido y buscar soluciones para contentar a una afición cada vez más desencantada con el equipo.