Nos encontramos en la era de la tecnología, no hay duda. Los avances
en este campo se dan cada vez más rápido y bajo productos y servicios
que eran impensables hace una década. Sin echar la vista demasiado
atrás, hace apenas un mes salía a la venta en nuestro país el primer
vehículo volador que, si bien no se parece demasiado a los coches
futuristas que ya se nos adelantaban en la noventera película de “El
quinto elemento”, se posiciona como un paso más hacia un sistema de
transporte que promete descongestionar el centro urbano. Por otra
parte, los sistemas biométricos de identificación son ya una realidad y
su implementación se da tanto en instituciones públicas como privadas,
y el desarrollo de la inteligencia artificial y de robots cada vez con mayor
autonomía ha cobrado especial fuerza en los últimos años.
Todos estos avances en las TIC también han modificado,
irremediablemente, nuestras conductas y hábitos sociales. El modo de
relacionarse con otras personas, incluso de conocer gente nueva, pasa
ahora por emplear un dispositivo electrónico, y muchas de las
actividades que antes se hacían de forma presencial ahora se realizan
a través de la red. Ya no es necesario desplazarse a una superficie
comercial para ir de compras, ni tampoco acudir al cine para disfrutar de
último estreno de Hollywood. Todo se puede hacer o conseguir a través
de una pantalla.
Este cambio de paradigma ha obligado a todos los sectores a modificar
sus estructuras, sus modos de operar en el mercado. Y en este sentido,
hay uno que ha conseguido hacer de este cambio su mayor baza.
Hablamos del juego online.
Desde su legalización en nuestro país, allá por el 2012, el juego online
no ha dejado de crecer en sus múltiples variantes. Así lo recogen los
datos ofrecidos por la Dirección General de Ordenación del Juego
(DGOJ) en sus informes trimestrales. En ellos la DGOJ, que depende
del Ministerio de Hacienda, detalla el crecimiento y el volumen de
negocio de cada uno de los segmentos que se engloban dentro del
juego online: póker, apuestas, bingo, casino y concursos. De todos ellos, el que mayor acogida ha tenido desde sus inicios ha sido el póker
online, sobre todo en su modalidad de Poker Texas Holdem.
En España tienen presencia varios operadores como 888Poker que
cuentan, a su vez, con su propio casino online. Generalmente, esta
plataforma no solo ofrece la posibilidad de jugar torneos en red, sino
que también pone a disposición de sus usuarios una amplia gama de
juegos de casino. Precisamente esta modalidad online es la que ha
servido como lanzadera para algunos de los mejores jugadores del
mundo, entre los que se encuentra un español. El madrileño Adrián
Mateos comenzó su periplo en el mundo del póker de forma online
antes de dar el salto a los torneos presenciales. Ahora, con apenas 25
años y más de 17 millones de euros en ganancias, Mateos compagina
su participación en campeonatos presenciales y a través de la red,
destacando especialmente la efectividad de estos últimos, pues en
palabras del joven madrileño, son precisamente los torneos en internet
los que ayudan a mejorar el juego propio de manera continua.
Mateos representa el perfil del español medio que juega al póker a
través de internet. Así, los jugadores de póker recreativos en nuestro
país serían hombres de entre 20 y 34 años ligados a carreras o trabajos
del campo de las ciencias, en donde la estrategia y la lógica matemática
cobran especial relevancia. Una encuesta reciente realizada por la
FEJAR entre 636 jóvenes así lo confirma, señalando que el 71% de los
jugadores de póker online son hombres con edades comprendidas
entre esta franja, frente al 29% de las mujeres.
Junto al póker, otro de los segmentos que ha tenido un crecimiento
exponencial en los últimos años ha sido el de las apuestas deportivas.
Según datos ofrecidos por la DGOJ, en 2018 este tipo de apuestas
llegaron a mover cerca de 530 millones de euros. El importante
aumento con respecto a otros años se debe principalmente a la apuesta
que los 81 operadores que desempeñan su actividad en nuestro país
han llevado a cabo en el campo de la publicidad. El gasto que estas
empresas han realizado en tareas de patrocinio, bonos y afiliados,
alcanzó en 2018 los 170 millones de euros, 107 más que cinco años
atrás. La herramienta que más presupuesto se ha llevado en este
sentido es la de los bonos de bienvenida que los operadores emplean
para captar nuevos usuarios. Si en 2013 el gasto total fue de 30
millones de euros, el pasado año esta cifra se disparó hasta los 116.
Cifras millonarias que han vuelto a abrir el debate sobre la legislación
de este tipo de publicidad. Algunos colectivos señalan que la promoción
del juego online debería pasar a regirse por las leyes que regulan, por
ejemplo, el tabaco y sus productos derivados. De esta forma, las
acciones publicitarias en cualquier tipo de medio o plataforma estarían
terminantemente prohibidas. No obstante, esta modificación sigue en el
aire, y llevar a cabo una medida de estas características pondría en
jaque el buen estado de un sector que genera importantes ganancias.
Un debate que, por otra parte, llegaría en un momento muy delicado en
nuestro país provocado por la sombra del Brexit. Cabe destacar que
gran parte de los operadores que se localizaban en Gibraltar gracias a
sus ventajas fiscales han trasladado su sede a otros países cercanos
como Malta para evitar posibles restricciones en sus actividades. Esto
ha supuesto la pérdida de numerosos puestos de trabajo que afectan,
sobre a todo, a personas de nacionalidad española que se desplazan a
diario al Peñón para desempeñar su actividad profesional.