La Real Sociedad consiguió un trabajado triunfo, y así su pase a cuartos de final de la copa del rey, frente a Osasuna en el Reale Arena. El ambiente que se vivió en el campo fue increíble. Muchos rojillos se acercaron desde Pamplona para apoyar a su equipo y la grada Zabaleta contagió a todo el estadio, creando una atmosfera que no se vivía desde hacía años, recordando aquellos preciosos años en Atotxa.
En lo futbolístico, la Real se mereció el triunfo. La primera parte que estuvo muy igualada acabó en empate a uno. Isak con una buena maniobra y tras un magnífico pase de Odegaard consiguió abrir la lata, ganándose aún más el cariño de la grada y haciendo olvidar cada vez con más facilidad el culebrón Willian José. La alegría no duró ni un abrir y cerrar de ojos, ya que unos minutos después, un error de Barrenetxea en la salida de balón hizo que Marc Cardona se quedara en un mano a mano que no perdonó.
En la segunda parte, la Real comenzó a desplegar su habitual juego, encontrándose con la mejor versión de Odegaard, que cuando está bien, el equipo funciona. Quitando una clara ocasión que paró Remiro, partidazo el suyo, con empate en el marcador, la Real fue clara dominadora generando mucho peligro. El segundo gol fue de Odegaard, de falta, poniendo el balón donde era imposible atajarlo. Golazo del noruego. El tercer gol sería a la salida de un córner, rematando Isak un balón en el primer palo y certificando así su momento de dulce.
Todavía quedan pulir muchas cosa, sobre todo en la salida de balón y en defensa. El equipo sufrió a la hora de sacar el balón jugado, donde nos robaron muchas veces la cartera, dejando vendido a Remiro que se tuvo que esforzar al máximo. En defensa, la pareja de centrales parece que nunca va a terminar de convencer, sea cual sea. A todo esto, se una la reaparición de Aritz Elustondo, que tras meses lesionados contó con 15 minutos. Puede ser un buen momento, aprovechando la lesión de Llorente, para que vuelva al once de partida, haciendo pareja con Le Normand, para ver si conseguimos dar con la tecla de una vez por todas.
No podemos dejar de lado el dato más destacado del partido de ayer, la edad del once de la Real, con una media de 21,9 años y siendo Remiro el mayor de todos con tan solo 24 años. Además, siendo siete de los jugadores de inicio canteranos “made in Zubieta”. Todo esto en unos octavos de final de copa y jugando contra un rival más que respetable. Hay equipo para muchos años y tenemos que disfrutar de él. La Real conocerá hoy su rival para cuartos sobre la una del mediodía.